Hace cincuenta años que se fue el mito Marilyn Monroe. Y puede ser un enfoque interesante, la reflexión sobre el porqué del mito vivo y todavía tan cercano y recurrente.
Sí. A pesar de las décadas, el icono Marilyn sigue actual y casi vanguardista y comtemporáneo. Aceptado por todas las generaciones que van después de su muerte, y como filón inagotable de excitante del mercado de la imagen y el glamour.
Una de las claves de Monroe, es que abrió caminos entre la dura y férrea barrera de la moralidad americana. Sí. Marilyn fue la gran princesa del erotismo mundial y cinematográfico. Creó una forma de triunfo femenino, la cual hoy en día sigue vigente. El sexo prohibido vió la luz ...
Fue poderosa y barbie a un tiempo, se llenó de amor con los tipos más poderosos y extravagantes de su tiempo, y logró elevar su poderío y tronío sexual a la categoría de gancho aceptado.
Su imagen, ha ganado. Ganó, y sigue ganando. Es una boca sensual y roja de luces de flores, sus ojos son grandes y misteriosamente mágicos, sus senos preciosos y coronados por los idénticos pezones rosa que hoy muestra Madonna o que se ven todos los días en la playa, y su lucimiento de su piel, piernas o trasero, también pertenecen al tiempo de hoy. El gran secreto del mito vivo, cincuenta años después de su muerte.
Muerte entre barbitúricos y excesos, sexo a raudales, vivir deprisa, amor romántico y además prohibido, imagen indefinida que no permite deslindar bien el personaje de la persona, más luces, eterna sonrisa, pionerismo femenino, y el genuino sabor americano. Una nueva forma de poder emergió ...
Kennedy, la mafia, la libertad, la luna, el estrellato, la belleza, la femineidad abierta, el erotismo, sus desnudos que ayudaron a consagrar su leyenda, y en última instancia la chica Marilyn con su fragilidad y su prematuro fracaso total. Una rebelde eterna y sensual, inofensivamente peligrosa, y con la sonrisa eterna siempre puesta entre los anuncios de neón de cualquier calle del mundo. Su icono es el mundo.
Posiblemente, no exista un recuerdo más ígneo que el de Marilyn. Fue la explosión de la sexualidad y del cuerpo victorioso de la mujer aparentemente boba, frente a las trampas del machismo ventajero.
Sí. Marilyn fue adversa en la felicidad y breve en la vida, pero ha ganado la medalla de oro de la evocación general de la simpatía. La imagen redifundida de la diva mito y muerta, es una imagen que da buen rollo y hasta ganas de vivir y de reír. Seguramente, su reproducción comercial ha derrotado por goleada a su biografía personal, en donde pondrá que fue una de las actrices más carismáticas aunque poco brillantes de la historia.
Sí. Marilyn y su estampa, resisten el paso del tiempo sin vejez ni difumine. Su dibujo sigue fresco y a colores, y su figura de cuerpo sigue inspirando a toda una colección de nuevos creadores e imaginadores de la venta del placer, de la seducción y de la felicidad. La marca o el márketing de Marilyn Monroe cumple ya medio siglo. Su impronta, está muy adentro todavía de nosotras y nosotros.
-ETERNO SABOR AMERICANO-
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