Sí. Soy médico, y de la Seguridad Social. Siento simpatía por la medicina privada, pero la que a mí me llena y me realiza todos los días en mi consulta, es la pública. Y, además, creo que los mejores médicos están en nuestra Sanidad de tod@s ...
Os he dicho, "hola", al principio, porque es así como yo concibo la medicina. Cercanía y vocación. Sé que soy médico porque he podido estudiar y tener conocimiento y titulación de la materia médica, pero yo creo que ser médico abarca muchas más cosas.
Cercanía, ponerse en el lugar del otro, escucharle para poder ayudarle y tratar de ajustarle lo mejor que sé al paciente lo que deber tomar y hacer para combatir su enfermedad, y ese ejercicio cotidiano me ayuda a mí como persona a crecer, en la medida que puedo tratar universalmente a las gentes que llegan a mi Centro de Salud.
Sí. Es bonita esta profesión, en la medida que puedo ayudar a que la sonrisa brote de nuevo en la cara de alguien que llega compungido, asustado y preocupado. Somos canales de hacer a la gente feliz, y por la rama de la salud. ¿No es acaso un privilegio? ...
Ya sé que a veces parecemos deshumanizados, robots, estresados, antipáticos y todas esas cosas. Nunca vamos a pretender se santos o seres perfectos. Somos exactamente igual que nuestros pacientes, solo que llevamos un vestido blanco o verde, y los pacientes van de paisano. Más diferencias, yo no las veo ...
Ahora, me dice el Gobierno, que no trate a personas sin papeles, y que si les veo muy mal, que los mande de urgencias a los hospitales. Sí. Hace días que ando muy preocupado. Los que llaman "sin papeles", son seres humanos como los que sí tienen dichos documentos.
Todos los días trato a españoles, árabes, rumanos, ecuatorianos, colombianos, chinos, y de todos los países del mundo, a consecuencia del terrible drama de los desplazamientos por inmigración forzada. Están aquí porque han venido a buscarse los garbanzos, y a huír de un futuro cerrado e incierto. Han venido a progresar como seres humanos ...
Y yo, ¿qué hago? Cuando tenga delante a uno de estos hombres y mujeres, ¿les digo que no les puedo tratar?, ¿les digo igualmente que si se encuentran muy jodidos, que vayan deprisa a las urgencias? ¡No! ...
Esa va a ser mi respuesta, como me dicta la conciencia. Yo, voy a seguir atendiendo médicamente a todas las personas, y sin distinción de circunstancia o nacionalidad. Conmigo que no cuenten. Yo no tengo estómago para abandonar a los pacientes. ¡Lo siento!
No se les debe decir estas cosas. Además, aunque uno no esté grave, como no le des una medicinas para que su salud no empeore, entonces se puede poner grave de todas todas ...
Sí. Soy médico, y conmigo no se juega. No podría dormir por las noches si no fuera yo, y tuviera que volver a casa pensando que con mi actitud he hecho que la gente empeore y tenga menos salud.
-SER MÉDICO NO ES ÉSO-
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