viernes, 24 de agosto de 2012

- ESE TORITO SEMENTAL -



Precoz, totalmente precoz. Cara de niño, mente de temible. Odia ser el segundo, y solo  la primera posición en la vida le da tilín. Demasiado joven para pensar en frío, pero tiene   un carisma y éxito que no le vamos a discutir.
Ese torito bravo de barrio bajo y mucha ambición, de mirada de líder, y con un pantalón breve y marcado. Las chicas le tienen loquito, y él a éllas. Gana, él ...
Aniñado con ínfulas de hombre, chulo de barrio, empresario de las aventuras de sí mismo, y toda la decisión de un soldado civil. Sí. Le gusta la pelea brava y el grito pelado. Y   si   te  acercas a él, antes de soltarte una leche o una amenaza de dominio gutural de la tierra, te deja una sonrisa desconcertante de pícaro que a veces desarma.
Se salta todas las normas, conduce sin carnet, y ya huele a aspirante a héroe de película de personajes frescos y derrotados, pero el joven no piensa ir a ninguna consulta     de  vidente  alguna para que le augure lo que ha de sucederle.
Se dicen muchas mentiras de él. Tiene el torito muchos rivales cagoncetes que envidian su liderazgo y superioridad. Temerle es buena estrategia, y apartarse de su camino cuando te viene a por tí y a la frente, es la mejor idea. Ha sido el tipo más duro del correccional y del orfanato. No tuvo familia, y éso, se nota muy peligrosamente.
¡Oh, las chicas! Ese torito semental, liga mucho. Sí. Atrae y tiene el carisma del chico malo y atrevido. Porque este muchacho ha probado más camas que un actor porno, y dicen que tiene en su cuerpo un secreto especial que solo puedes saber si eres mujer y le gustas.
De todas las edades, las chicas se acercan al torito sin cuna ni amor. Es gracioso, sabe hacer de todo aunque no tiene estudios, es hasta fresco y tierno tras esa barba que tanto descuida, pero las mujeres saben que mirarle a los ojos puede ser una excelente idea.
En el barrio del torito semental, apodo que acepta con orgullo, el joven se siente seguro pero un tanto agridulce. Le encanta cantar y cosas de hoy y nada de pijos, pero    a     veces   se emociona y se pone triste en medio de la canción. Mas el torito que gusta a las damas, disimula bien. En el momento del bajón, se pone de pie y baila. Domina el ritmo como   los morenos, e inventa magia desde sus brazos a los pies y hasta las séis de la mañana. Todo un espectáculo corporal ...
Fuma más porros que nadie, es el rey del botellón, y no se sabe qué sería de él si no se lo bebiera todo. Es delgado, rápido, poco deportista, listo como un buitre, y     ya    ha    tenido escarceos con la justicia. Cosas de su rebeldía indómita ...
Ahí está el torito en medio del verano. Ropa la justa, músculos de playa y para la piscina, el jefe de la panda, y el deseo mudo de las señoras insatisfechas y fantasiosas. ¡Quién sabe lo que sucede cuando se apaga la luz en las casas femeninas donde es del todo deseado! La imaginación te lleva a veces a conclusiones activas y sorprendentes. Simpatía de enigma ...
Ese torito semental, es la vida salvaje en un barrio que se pudre desde la especulación y la estrategia puñetera de los tipos del dinero. Sí. El torito tiene porte de chuleta digno, y ni muerto se pondría una corbata. Su reino pertenece a otro tiempo, a otra causa; a un universo que se pierde en el olvido de los diarios amarillos que hablan de sucesos en la noche marginal y oscura.
Mas ese torito, no aspira ya a ser feliz. Ni se pregunta sobre el sentido de la vida o el origen del amor. Al delgado y precoz semental, solo le interesa el horóscopo de la chica siguiente. Mil novias y ninguna.
-¿POR QUÉ, TORITO?-

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