jueves, 23 de agosto de 2012

- LAS LECCIONES DE BASHIR -



Bashir es argelino. Le gusta el descubrimiento humano que la vida propone, y muestra   su expresiva resistencia y acusación, ante todo aquello que hace que la vida ceda ante la muerte letal que todo lo embadurna y deja desértico.
La muerte, como lacra contaminante. Y Bashir sufre en sus carnes la violencia y la muerte. Toda su familia es asesinada, pero Bashir es fuerte y reacciona como la velocidad   de   la sonrisa inteligente.
No. En su tierra sabe que no pisa la seguridad, y que su integridad viva puede ceder. Por éso se marcha al Quebec,-canadiense o no-, y le da al carrete y al sendero de profesor     de  pacificaciones que le permitan a la crisálida, romper, hacerse y volar en recto en dirección a la libertad.
En un colegio de Quebec, una profesora se ha suicidado en el interior del aula. La sociedad del miedo, trata de tapar con toda la hipocresía la realidad de las consecuencias ...
Al profesor Bashir no le hace maldita la gracia que la derrota de la docente suicida    puede salpicar o salpique a esas crisálidas, que son los niños. ¿Para qué demonios    tuvo   que suicidarse en un sitio concurrido y de niños?, ¿no podía haber elegido otro lugar más alejado, para dejar el estigma de la inciertidumbre y del trauma? ...
Bashir jamás intentará bucar culpables. Porque no quiere, porque es extranjero y no le dejan, y porque hurgar mal hurgado puede ser nocivo para sus niñas y niños. Pero, la idea loca de la muerte y del suicidio es una realidad ida, pero una realidad al fin y a la postre. No se trata de que no pase nada irremediable, sino de que en donde hubo dolor, pueda aparecer la sonrisa y la sensación de inocuidad. Sin meterse en cosa escabrosa, el bueno de Bashir trata por todos los medios de que la vida siga imparable y sin asignaturas pendientes.
Se ha ido de Argelia roto de dolor y al extranjero, pero ha logrado paulatinamente recuperar la dirección del camino de la vida. Ahora, en su aula, se da cuenta de que dos    de   sus niños alumnos están desorientados y afectados,-a la vez que enfrentados-, a causa del suicidio de su profesora.
No importa tanto el acto irremediable y loco del suicidio, como la razón ética y la zozobra en una mente infantil de un cuerpo colgando. De una incertidumbre, pendiendo en una frágil crisálida que ha de decidirse y hasta volar. El parto, debe tener lugar y sin traumas. Éso, es la vida ...
A pesar de todas las trabas que la sociedad colegial le impone, en donde se mezclan miedos oblícuos y polidireccionales, y poco margen para Bashir, el profesor decide apelar   a    los sentimientos naturales y a las emociones infantes en acción. Y los niños, hablan y se sueltan el lastre interior. Quedan liberados de la gran mochila interna y latente que nadie parece desear ver.
Finalmente, la directora del colegio le dice a Bashir que se ha metido demasiado en terrenos en donde no le llaman, y que debe abandonar el colegio ya ...
Y Bashir logra su último triuinfo inteligente. Es su última clase antes de la despedida, logra y propaga toda la paz y las sonrisas. Los niños le besan, y el fantasma    de    los  traumas transferidos pierde todo el cuerpo central de la substancia de atracción.   Sí.     Casi      imperceptiblemente, la vida le va ganando terreno necesario al campo  de   la  mentira contenida en el seno de la nefanda inquietud. Ha ganado la eterna alegría.
-ME HE INSPIRADO EN "PROFESOR LAZHAR"-

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