La batalla parece decidida. Los que están siendo derrotados muestran evidente desconfianza en sus posibilidades. Pero hay alguien que no opina así. Súpersoldado está vivo, animado y hasta rutilante. Y es el momento de que demuestre su arrojo delante de todos. Y así, habla Súpersoldado a sus compañeros y hasta a sus superiores: -"Venga. Nos vamos a levantar. Mirad esa colina. Va a ser nuestra. Ya sé que hay muchos soldados y que nos rodean, pero no está todo el pescado vendido ..."
Al principio, los suyos le miran y apenas le dan credibilidad. Quizás sea una suicida, un chiflado o un fanfarrón. Seguro que un iluso. Pero Súpersoldado no se conforma con dar voces y ánimos. Toma su fusil y grita: -"¡Miradme! Yo voy a llegar a ese alto. Mirad cómo es posible. Os lo voy a demostrar. Imitadme... "
Súpersoldado se va con decisión hacia arriba. Le salen séis soldados adversarios. Pero, no se inmuta. Escupe fuego desde su metralleta a una velocidad inusual. Mata a cuatro y hiere a los dos restantes. Y logra un nuevo hito. Accede al alto, y con sus manos ordena a sus compañeros que ya es posible y que le sigan.
-"Vamos, vamos, chicos. Ya tenemos un nuevo lugar. Es más fácil de lo que pensáis. No perdáis ni un solo segundo. Deprisa, deprisa, vamos, continuamos, seguimos. Ánimos, ya estamos aquí. Muy bien, adelante, lo habéis conseguido, estamos, somos más gente que antes, más ánimos, lo podemos lograr ..."
Sus amigos le miran como a un líder. Esta batallita o pugna se ha ganado. Pero creen que sigue estando todo cuesta arriba. Llueven nuevos disparos, silban las balas; una nueva remesa de bombas cae muy cerca de todos ellos. Pero Súpersoldado hace como una mueca clara de resistencia y de que no se rinde. Está mirando con los ojos un nuevo lugar. Está repoblando de esperanzas las ideas derrotadas y temerosas. Y ya lo tiene. Es, bajo la gran cúspide de la montaña. Hay suficiente espacio para intentar posicionarse ahí. Unos recovecos en donde se posarán seguramente los buitres, son los objetivos. El acceso no será fácil. Y lo que hace Súpersoldado es dejarse caer por la montaña como una piedra para así ganar un posible acceso a los huecos o cárcavas.
¡Ya está allí Súpersoldado en dichas cárcavas! No hay que preguntar cómo lo ha conseguido. Lo más importante es que algunos de sus compañeros también han hecho lo mismo y han ganado las oquedades naturales.
Una avanzadilla de valientes trepa por las ramas y la tierra camina de la cumbre abrupta en donde les esperará un infierno hostil. De modo que Súpersoldado manda a los suyos que no se muevan de las cárcavas hasta que él no dé la orden. Todos asienten.
El héroe lanza mil ráfagas de plomo hacia arriba y llena la cúspide de bombazos. Aprovecha los fuegos, se camufla, y accede arriba. Otro éxito. Y en ese momento el brazo de Súpersoldado se mueve a velocidad enérgica y casi paroxística. Está indicando a los suyos de que es el momento de hacer cumbre. Y que disparen por doquier y sin piedad. Lluvia de fuego ...
- "Vamos, ya estamos arriba, valientes. ¡Joder! Esto son unos soldados. Ellos están empezando a hacérselo en los pantalones. Ja, ja, ja. ¡Mirad cómo se repliegan! ..."
Los compañeros de Súpersoldado se lo están empezando a creer. Piensan que hay opciones. En efecto, han visto a rivales recular y volverse atrás. Se puede. Sí se puede.
Dos días más tarde, el ejército que parece capitanear nuestro héroe, ya domina la zona y la geoestrategia. Y cuando llega la noche les de la enhorabuena a los que siguen vivos, y les insiste una y otra vez a los que no hacen guardia, que descansen, coman y duerman. Ya es una autoridad.
-SÚPERSOLDADO SE GANA LOS MÉRITOS-
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