miércoles, 11 de diciembre de 2013

¡ LAS COSAS DE CARLOS !



Ya lo sabéis. Soy Carlos y hace mucho tiempo que no salía en el blog del mago y poeta. Pero hoy no lo he podido resistir y he salido otra vez a la palestra.
Ya os lo voy contando. Estando con mi Lourdes va y me dice: ¡mira éso! ... Y claro, yo me levantado toda la mirada de la obediencia y también me he quedado perplejo. Un inciso: ahora mi Lourdes y yo hemos hecho unos cursillos de escuela en español bien escrito y ya podemos compaginar nuestro escribir en andaluz y en el habitual. Que nadie se sorprenda por el cambio de acento. Pero en la intimidad somos los más andaluces y felices del mundo a pesar de la puñeta crisis esa del mal fario. ¡A fe! ...
Sí. He mirado a la tele y he visto al Emperador Obama. Y,oye, hay cosas que es que te sorprenden y no lo puedes evitar. Y mira que me fijado bien, pero las imágenes ya no sorprenden a nadie. El Obama estaba flirteando delante de tod@s. ¡Pellízcame, Lourdes! ...
Y mira que a mí me cae bien ese muchacho. Es joven, parece un atleta guapo de esos de la NBA, baila como nadie, tiene garbo en las manos y en la danza, es elegante y triunfador, y oye, ¿qué más puede querer ese hombre? Si todo es suyo, ¡leñe! ...
Tiene a Michelle, que es guapa y morenita como él. Hijos, familia, y todo todito. Bueno, pues si hay consenso y todos podemos estar de acuerdo, ¿qué hacía el mismísimo Obama ligando en directo?, ¿alguien puede explicárselo a mi Lourdes y de paso a mí? ...
Estaban tod@s en el funeral del maestro Mandela. Hasta ahí todo perfecto porque es más que merecido el tema. El homenaje, la alegría, el boato y todo el calor. Pero una cosa es la libertad y otra el libertinaje. Y punto.
¡Obama ligaba con una mandataria de Dinamarca y bien rubia! ...
Primero, que si la cortesía y todas esas cosas. Ya sabes, la cordialidad, la diplomacia y el buen rollete. Pero luego mi Lourdes se da cuenta de que ahí pasan cosas. Se ven. Están ahí ...
Yo me veo a Obama muy cerca de la guiri vikinga y guapa rubiaza. Que si una miradita, que si la caballerosidad de una cercanía, que si la invasión cómplice del terreno personal, que si unas buenas piernas, que si la suntuosidad del gran momento, que si una foto compartida, y tal ...
Hasta que saltan todos los fuelles. Michelle mira las escenas con cara lógica de mal asunto. Porque llega un momento de la temperatura cordial, en la que no puedes saber dónde van a ir quedándose las cosas, ¿no? ...
¡Oye, Obama, que es tu mujer! ¿No la ves? Mi Lourdes tiene hoy más razón que una diosa. Éso, no se hace. No se puede jugar con una imagen o con unos sentimientos, chaval. Que tienes un encanto, y una familia, y a una chica morena de rechupete, coñe. ¡Déjala, va! ¡Deja de flirtear, y más en directo, hombre! ...
Yo no sé si los aires exóticos y quizás afrodisíacos de alguna comida le habrán hecho una mala pasada a nuestro apolíneo héroe, pero ese chico quería ligarse a la danesa delante de todas las personas del mundo bien mundial y sin remilgos.
¡Sé que no! Que son manías de mi Lourdes y que solo ha sido un desliz. Pero como bien apunta mi santa, yo estoy seguro de que el Obama ha tenido bronca en casa y bien poco de cenar. ¡Castigado! Sí. Sé que Michelle le habrá dicho las cosas y más que merecidamente. Lo que pasa es que el espíritu de Mandela es concordia y perdón, y éso contagia siempre. Pero, que no lo haga más, ¿no os parece? ...
¿A QUE SÍ, LOURDES?

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