El proceso. Euzkadi. País Vasco. Euskal Herría. El conflicto vasco. La cuestión vasca y la reivindicación. La Navidad del 2013. El juego estratégico y necesario. La idea de la pacificación. El cerrar los libros de la sangre. El futuro. La vuelta a casa. Los deseos. Las ganas de regresar a su raíz. Las emociones y el orgullo. La identidad y la lucha. La dignidad y los enemiguismos. Siempre rivales.
Los presos. El colectivo abertzale de presos. La voz fría y enérgica de una chica delgada en un vídeo de mensaje que quiere hacerse oír y comunicar. Habla ETA. Dicen que sienten el daño multilateral generado. No se sienten los malos de ninguna película. Se sienten soldados que tuvieron que hacer algo para salvar la libertad y el espíritu de su patria vasca. No se sienten ni se sentirán nunca españoles. Ni franceses. Y quieren caminar hacia su mejor futuro a través de una palabra mágica y eterna a la que llaman vía política.
La voz del preso se ha tornado firme y nostálgica a un tiempo. No les gusta en absoluto tener que pasar los años de las condenas que no sea en su amado terruño. Y para ello están dispuestos a conceder gestos y a situar algunas concesiones.
Lo que quieren es salir de esas celdas y volver a sus penales. Y si puede ser, de los penales a casa. O que desde los barrotes puedan ver su Cantábrico, o atisbar a ver sus calles y sus caseríos.
Tema más que delicado el de los buenos y los malos, vencedores y vencidos, muertos y heridos, familiares y emociones, españoles en Euzkadi y abertzales en España, choque de focos que huelen a dolor. Impresiona la voz firme y femenina, casi metálica, de la mujer joven del vídeo ETA. Parece una autoridad, una lideresa, casi metálica, de la mujer joven del vídeo ETA. Parece una autoridad, una lideresa, un sentimiento escrutado y real, una medidura exacta de las palabras más precisas y estratégicas, un discurso casi institucional, y hasta un enorme deseo con orgullo. La voz de los otros, de los suyos, de los enfrente, de los malísimos y de los gudaris adorados. Da morbo.
La mejor reflexión es la de tratar de no reflexionar en exceso. Hay que escapar del pasado. Dejarse llevar por la idea de un futuro sin bombas o sobresaltos. A veces una meras palabras ya son unos sobresaltos.
Bombas lapa debajo de los coches, viudas destrozadas, gente por los aires, dolor a mil, zap o paz al revés, estremecimiento, zulo, insulto, ostia, palo, cabrón, hideputa, no me tortures, no me insultes, te voy a pegar, te mato, los paramilitares, los comandos inquietantes, el Gal, la cantera, la confrontación y el gran encabronamiento con pared de amianto. Los explosivos y lo insoportable. Secuestros y desgarros. Toda la tralla de la violencia. La muerte.
La paz, la paloma, la postguerra, el recuerdo de un tiempo, los niños que huelen el futuro, la política como linterna, las leyes, los gestos, los acercamientos, las palabras, las cortesías, el detenerse en la carrera, el pacto, el proceso, el camino, el próximo año, el próximo día, lo que viene, lo que nunca volverá, otra cosa, lo ya sucedido, lo que siempre sucedió, el silencio, la espera de un nuevo tiempo, y una cosa nueva que parece irrefrenable.
Es una buena noticia,-aunque pique-, que el proceso de la pacificación de Euzkadi, tenga lugar. Que los presos vascos cumplan las leyes españolas, que pasen por nuestros códigos jurídicos y que vengan a nuestras salas y razones. Nunca hay sonrisa sin corta distancia. Nunca puedes oír cuando te pones las manos sobre los oídos o si te haces el sordo.
La sordera siempre es una rémora. La realidad es cambiante, perra e imperial. Es una costra de azar que seguramente nunca guste a nadie de los contrarios. Por eso ahora hablarán de cinismos, y de asesinos, y de muchas cosas que excitan, tensan, aturden y enervan. Y la derecha de España sentirá más asco y más rechazo, y cada vez que habla lo que queda de ETA viene a la mente la idea de los muertos y de los heridos. Se remueve todo.
ETA. Tremendo, lo de ETA. ETA fue un espanto y un horror. Ellos representaron ese cuerpo implacable. Y hubo guerra de guerrillas en Euzkadi. Y fue de temblor y de temor en muchísimos sitios. Pero el futuro no debe dar miedo. El futuro no tiene porqué ser metal chamuscado o derrota extraña. El futuro ha de ser gaviota y esperanza. Como unos buenos deseos para muchos más años desde el 2014. Para todos los años eternos y posibles.
-PARA LA PAZ-
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