sábado, 3 de marzo de 2012

- LA PRIMERA VEZ -



No lo merecía, porque es tonto mi ex novio Jaime. Yo tenía veinte años, y quería reafirmarme como mujer. Sí. Y por éso me decidí. Porque mi chico me gustaba, y porque ya estaba bien de ser una estrecha. Soy y seré una chica de hoy. Se sepa ...
Y sabed también, que yo no es que estuviera merviosa cuando le prometí a Jaime que sí y que esa misma noche. No. Yo estaba metida casi en una conmoción. Nunca había hecho el amor. Como mucho, meternos mano en el parque, y en otros sitios que nunca se sabrán. Pero, éso del sexo. ¡Uff! Al principio, da yuyu ...
Él, sí. Jaime parecía más tranquilo con su sexualidad masculina, aunque supongo que también había bastante fachada e impostura en él. Lo que pasa, es que quería infundirme seguridad y la protección ésa de hombre. En fin. Ya sabéis las chicas ...
La misma tarde que antecedía a nuestra primera noche de conexión carnal total,     fue  excitante y bastante dura. Recuerdo que nos esquivábamos las miradas, e incluso yo le apagué mi móvil un rato para probar su reacción. Sí. Reconozco que no fuí    precisamente oportuna al apostar por ese jueguecito en ese momento más que inapropiado.
Oye, os confieso que tenía miedo. Penetrada. ¡Oh, penetrada! Éso era como si alguien   te pusiera una inyección, o se metiera dentro de tu burbuja íntima, corporal y personal. Jaime tenía ganas, y mis travesuras no le cortaban el rollo. Sí. Aquella noche quería tenerme. Y, me tuvo ...
Le besé yo mucho a Jaime. Sí. Opté por los besos fuertes y por las cautelas, a pesar de que las manos de Jaime tenían mucha prisa por iniciar. Pero, yo, le empujaba y le demoraba las cosas. Le besaba cada vez con más insistencia y pasión. Quería que todo fuese inercia,  y facilón. Pero eso solo es una fantasía evasiva.
Jaime pasó definitivamente al ataque, y al ver mis precauciones optó por ganar tiempo y  desnudarse él por completo. La idea era contagiarme el morbo y la desinhibición. En la casa de los padres de Jaime, no había nadie. Y en su cama, todavía menos. Solo, nosotros ...
De modo, que opté por ser coherente y audaz. Concreta. Y, le dejé hacer. Nos quedamos los dos piel a piel, y tomamos precauciones para no tener problemas de embarazos sin desear. Y casi sin darme cuenta, acepté finalmente su cuerpo exaltado de varón en apogeo.
Cosa, que aprovechó Jaime para hacerme rápidamente la cópula. Se lo agradecí. Estuvo fuerte y pasó fácil. Y a partir de ese punto molesto de inicio, yo logré relajarme y pude darle lo mejor de mí. Incluso llegué a descararme y a hacerle todo lo que mis vergüenzas iniciales me impedían.
Sí. Finalmente hicimos todo el amor como lo hacen todas las parejas, y     sin tabúes   ni  prejuicios. Todo. Y aunque nerviosos, y sudados de bisoñez, Jaime y yo logramos pasar unos momentos más que inolvidables. No solo históricos por iniciáticos,     sino       además     suculentamente placenteros. Y cuando terminamos, le di un fuerte beso en los labios. Y cuando llegué a casa, me sentí una mujer más completa.
-BESOS PARA TÍ, MI EX JAIME-

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