Preparaos. Ya están aquí. Como todos los Marzos en su mitad. Cuando el invierno cede el paso a la primavera, Valencia se transforma en otra cosa alrededor del mundo. ¡Ruído!
Los coches ya no pueden transitar por la ciudad. Las calles han sido llenadas de monumentos falleros por todos los rincones y barriadas. No hay tráfico. Solo gente a pie, que camina curioseando y disfrutando de la nueva disposición. ¡Más ruído!
Petardos de sinfonía de fondo las veinticuatro horas, bandas de música, trajes de fallera, olor a chocolate con buñuelos, turismo, blusón con pañuelo, y todo el exceso de la gran tradición. Casi todo vale. Estamos en fallas. ¡Todo el ruído!
Pólvora, mascletá, castillo de fuegos artificiales, imperio de la paella, casales falleros y carpas llenas de tapas, vino, cerveza, olivitas, desinhibición y lo que haga falta. ¡Toneladas de ruídos de petardos!
Fiesta mayor de Valencia. Las Fallas de San José. Fiestas internacionales, gritos a toda hora, fiesta con todas las grandes mayúsculas, y ausencia del término medio. No se te ocurra mostrarte contrario a la fiesta. Te puedes jugar el abucheo. No seas budista, y únete a la gran algarabía. No hay en las farmacias ningún tapón con suficiente eficacia para los oídos. ¡Ruído, ruído, petardos, mascléts, y más ruído todavía!
Pasacalles, desfiles falleros, el de la moto que no para, las peinetas de las falleras, y las guiris austadas comiendo como posesas al refugio de la santa y calma playa de La Malvarrosa. ¡Oh, ilusas! ¡Ruído, ruído, todo el ruído, Valencia en ruído!
Cena de comisión fallera, ofrenda a la Virgen de los Desamparados, toneladas de claveles en manto, calle de la Paz, de San Vicente, de la Paz, Plaza de la Virgen , Mercado Central, La Lonja; mil calles que huelen a gente con zapatos gastados con ganas de risa y amor. ¡Súper ruído de masclét! ¡No me quemes las medias! ...
Surrealismo, niños en la calle jugando al ruído del petardo más audaz, la plaza y hasta la gente es mía, aquí solo mandan los falleros y las fallas, y al que no le guste ésto, que no se le ocurra venir. Sonríe y acepta. ¡Mil ruídos más!
Aprende. Esto no es la guerra, sino una loca fiesta. Un enorme botellón de tradición, en donde el despropósito es arte, y en donde el ingenio pasa bastante desapercibido. ¡Antonia, vámonos por ahí a ver fallas y no te lo pienses! ¡Millares de petardos por doquier!
Valencia en Fallas. Pasodoble fallero y olor a pólvora de azahar. Señor pirotécnico, ¡ya puede empezar la mascletá! Y un nuevo año, y las falleras mayores, y las transmisiones televisivas de decenas de televisiones, ausencia de críticas, indiferencia frente a la crisis, y borrachera de pasotismo orgulloso. Ven a las Fallas, que no sabes lo que puede ser ésto. Que no te lo chiven.
- ¡¡ RUÍDO !! -
0 comentarios:
Publicar un comentario