Bilbao y toda Euzkadi, llevaba fresca en la sangre de la ilusión el recital del Athletic Club la semana pasada en el campo del mítico y grande Manchester United.
Ese contagio de frescura ilusionada ante el repunte de un equipo joven, precoz, atrevido, serio y con calidad, sirvió para que San Mamés viviera una nueva tarde de homenajes a los suyos, y de gran fútbol. Fútbol moderno, de calidad, actual y de conjunto. Fútbol descarado, potente, fondista, vertical y sin concesiones.
Fútbol vasco al estilo bitánico y brillante, en estado puro. Y hasta de gracia. El "general" Bielsa, ha logrado conjuntar y extraer a una joven generación de cachorros, que unen en esa siempre difícil línea, la calidad y la potencia física. Juegan bien, se van al ataque, defienden como leones, tienen frescura y orgullo, y salen al campo de juego sin el menor de los complejos.
Los ingleses del United de Manchester, tienen igualmente orgullo en el hacer. Pero, eliminados de la Champions, y sin apenas jugadores claramente creativos, fueron de nuevo presa abatible para el equipo vasco. Sí. El Athletic de Bilbao fue de nuevo superior a los chicos de Alex Ferguson. Tremendamente superior.
El partido se inició a todo meter, mientras la ejemplar afición del Athletic, bullía y animaba desde las gradas, oyéndose a toda mecha el sacro y antiguo himno del club. Sí. Nadie nada aquí un balón por perdido. Corrían como demonios, se luchaba corajudamente por los balones divididos, y había bastante peligro en ambas áreas. Hasta que Llorente soltó un zapatazo y abrió el marcador. ¡Éxtasis y felicidad! La eliminatoria, pintaba pero que del todo bien. El premio merecido de la ida en Manchester, caía en el bolsillo.
Y, poco a poco, el equipo vasco se vino arriba. Y empezó literalmente a someter a un duro castigo al campeón inglés. Fútbol de quilates. Fuerza, entusiasmo, enamoramiento, cópula y calidad. ¡Perfecto!
La máquina vasca,-que sigue asombrando en Europa-, se avalanzó una y otra vez sobre los ingleses, levantando una y otra vez a su público de los asientos. ¡Menudo equipo! Gente joven, todos juntos, y batallando sin parar. ¡Eureka de nuevo! Atronadores aplausos, constantes y merecidos. El público se lo pasó de cine.
De Marcos, hizo el 2-0 de la tranquilidad matemática, y hasta la gran deportividad de la rivalidad, permitió aplausos al soberbio gol del honor de Michael Rooney. Golazo. 2-1, ¡y a disfrutar todos de la gran alegría merecida. ¡Zorionak!
Capítulo especial para un chaval que se llama Ander Herrera. Apunta cosas genialoides. Cuando se crece, es capaz de inventar en el regateo hasta toda una ilusión brasileña. Si logra meter gol tras una genialidad insólita antes del dos a cero, la Catedral se cae. ¡Sensacional!
Y como este chaval, muchos otros. La cantera, ha vuelto. Juventud, aplomo, calidad, audacia, colocación, lucha y músculo. Equipo completo, que juega a un ritmo soberbio y alemán. Corren como tanques, y juegan con una clase y un desparpajo que desconciertan.
Ha sido una maravillosa aventura, este paso y baño del Athletic sobre el Manchester United. Irrepetible ilusión inolvidable. Pasarán los años, y quedará bien fresco el sello de esta brillante y hasta genial gesta. Sí. Euzkadi y el resto de Eiropa, aplaude admirado a los nuevos héroes de San Mamés. ¡Conseguido!
- Y, ¡AÚPA ATHLETIC! -
0 comentarios:
Publicar un comentario