martes, 14 de enero de 2014

- JESÚS CINTORA EN LAS MAÑANAS DE "CUATRO" -



Joven periodista y presentador de su espacio político y de actualidad. Temas serios, pero sin perder nunca de vista la sonrisa. Esa es la idea y el porte de Jesús Cintora en su tertulia diaria. Y la clave de su éxito y proyección. Periodismo actual y con ideología que no disimula. Porque Jesús es de izquierdas y habla sobre sus ideas y su enfoque del mundo que tiene lugar y que le rodea.
Atractivo y de hoy. Tenaz y contumaz. Sin dejarse los temas en el tintero y practicando el combate ante lo que quiere. Rebelde y claro, con lenguaje que llega y en el que cree, manteniendo el punch en todo lo alto inasequible al desaliento.
Se rodea de excelentes periodistas a los que exige que participen y se mojen claramente en medio de sus posiciones. Predomina el tertuliano de izquierdas porque Jesús lo es, pero sabe que en democracia todos los discursos tienen cabida.
Matiza y corta, golpea de cerca y con agudeza, y su sinceridad parece a veces populismo. Pero no lo es. Es su verdad y su coraje, y emplea la ventana catódica del periodismo como elemento claro de protesta y de inconformismo. De denuncia. De poner el micrófono y el foco en donde está la sal y el riesgo. Repasa la actualidad con compromiso y hasta con entusiasmo. Se le nota que ama su profesión.
Jesús Cintora sabe el mundo que nos han preparado los señores del Poder y la miseria social que se trata de imponer desde dichas élites. Y entonces se va a la calle y pregunta a la gente sobre sus sentimientos ante los sucederes. La tele es impacto y castaña, pero también espectáculo y entretenimiento. Y una forma de entretenerse es alcanzar lo cotidiano y sin bajar los brazos. Para éllo, formula cada mediodía el recurrente y ágil tiempo de observar y ofrecer las noticias sin ambages ni demasiadas concesiones. El mundo está así y habrá pues que decantarse. Mostrarse.
Se hace fuerte Cintora en su discurso, pero se contiene y aguarda con una sonrisa entre pícara e incisiva la excusa fofa o evasiva de quienes creen realmente que las cosas que nos preparan Rajoy y los suyos son buenas para la gran substancia social. Les pregunta entre datos y realidades si todo queda bien así.
Pero Jesús sabe que la vida es mucho más que un encono o una pugna encarnizada. Y combate su juventud y su compromiso  tratando de no meter dramas y de ser lo más aséptico que sus ideas le dejan. Es como una especie de anti "tea party" particular y español, rebelde ante lo que se da por sentado o derrotado. Nada de resignaciones.
Y apela a quienes hablan claro y se les entienda todo aunque pueda no compartirse. Lo que quiere Cintora es claridad, venga de donde venga. No gusta de lo hueco o farragoso, del discurso interminable, o de niebla que se enmaraña caprichosamente en busca de lo disperso y hasta interesado. El periodismo y la actitud de Cintora no va por ahí y no le gusta éso.
Jesús Cintora prefiere todo abierto y alto, trata de interrumpir cuando las cosas no las ve claras, e interpela en la corta distancia aunque sea jugándose la crítica desfavorable. Le da igual. Lo que le merece es que se menee la palmera o que las cosas no tengan que tomar la deriva de lo irremediable. Por eso la tensión en sus tertulias será desenfadada y audaz. Porque sabe que pasar desapercibido o anodino es todo un fracaso profesional e inadecuado.
De momento, le dejan estar en la "Cuatro" haciendo ese periodismo que le agrada y que le critican. Pero siempre es sano y saludable el buen ruído y la buena sangre de la vitalidad. Su juventud también puede jugarle buenas pasadas. Su tenacidad puede ser creativa e interesante, y sumar mucho. Tiene valentía y tranquilidad. Y su sonrisa le acompaña con fuerza y cercanía. Y en tiempos lentos y predecibles, Jesús Cintora sale y corta, impone su ritmo y se rehace y renueva constante ante su micrófono. Y eso es muy sano.
-PERIODISTA REVELACIÓN-

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