viernes, 25 de octubre de 2013

- SOBRE EL GRAN PARTIDO DE FÚTBOL -



El Poder. Dos de los equipos más grandes sobre la Tierra. Su Majestad el fútbol. El clásico, el esperado, el apasionante, el emocionante, el inevitable y hasta mágico enfrentamiento de fútbol entre el FC Barcelona y el Real Madrid. ¡Pasen, señores, pasen! ...
Será en el Camp Nou catalán. En el terreno del Barcelona. Pero de pago o no, lo verán muchos millones de habitantes en el mundo. Trasciende esta lid y pasión nacional, a otras países y regiones. Es la Súper Bowl española y europea del fútbol. Es como un Boca-River o como uno de esos duelos en donde has de decantarte por uno de los colosos que marcan estilo y tradición. Es un Lakers-Celtics, o un Nadal-Djokovic, o una Oxford-Cambridge. Todo un auténtico acontecimiento planetario. Un Grand National.
Real Madrid y Barcelona llegan similares y parejos a una de sus grandes batallas anuales. Ambos tienen nuevo entrenador pero se aprecian pocos cambios con respecto a otras temporadas, a pesar de algunas y potentes ausencias. Hay gente que ya no está, pero toda la paella y su sabor siguen intactos. Nos da igual un poco todo. La rivalidad entre los dos grandes colosos todo lo ilumina.
Mañana sábado es el momento de juntarse con los amigos y hacer la fiesta de la pasión y de la rivalidad. Porque es el día en el que el árbitro hará sonar su silbato, España se paralizará, y medio mundo mirará con curiosidad a blancos y azulgranas. La fuerza del fútbol.
Ancelotti, contra el "Tata" Martino. Cristiano Ronaldo, contra Lionel Messi, Víctor Valdés contra el titular de Casillas, Florentino Pérez contra Sandro Rosell, Xavi e Iniesta contra la fuerza del contraataque y de la presión madridista. Mucho que ganar, mucho que perder, y hasta mucho que empatar. Porque los partidos entre Barça y Madrid siempre suponen mucho, aunque al final salgan anodinos. La rivalidad y el ansia, están más que servidas.
¿Favoritos? ¡Valgan las apuestas! Nunca sabes. Esta vez parece que todo se puede decantar hacia el factor campo dada la tremenda igualdad. El Madrid tiene problemas de retención y elaboración de juego, y el Barça sigue con tiritas en la zona defensiva y con neblinas en la zona de creación.
Ambos siguen siendo boxeadores de los grandes pesos. Tienen gol. La mejor y más imprevisible pegada. Y Messi y Cristiano esperan especialmente este partido. Es su partido, su escaparate, su pasarela mundial, serán seguidos por infinidad de cámaras y de ángulos mediáticos estratégicos, y cada gesto o mueca suyos será repetido y amplificado hasta la saciedad. Son los dos grandes toreros del fútbol. Seguro que marcan tendencias. Que, decantan. Como suele ser su obligación.
El Barcelona juega en casa y querrá tener la pelota. Su fútbol de elaboración y cloroformo tratará de parar la bravía de Di María, Ramos y todos los soldados de la presión. Serán dos estilos de juego bastante opuestos, y que en este día querrán dejar paso al resultadismo y al efectismo. Hay mucho más que tres puntos en juego porque luchan los dos gigantes españoles. Pugnan el prestigio y el dinero, y sobrarán los escrúpulos. Será toda una olla a presión y adrenalina. El deporte puro, deberá defenderse. Que siempre es finalmente el objetivo.
A priori debe ganar el Barça porque juega en casa y porque tiene gol y calidad. Pero el Real Madrid,-aunque lleno de dudas y de variantes-, tiene para este fin de semana bien clarito que va a dejarse toda la piel en el terreno azulgrana. Ninguno de los veintidós jugadores saldrá de ahí sin sudar la camiseta.
Se llenará el campo, otros se llenarán los bolsillos, el partido pasará como un deseado y atractivo suspiro, y luego vendrá la catarata de comentarios y tertulias. La sal, la charla, lo popular, lo social y lo cotidiano.
-COMO SIEMPRE-

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