viernes, 18 de octubre de 2013

- LOS NIÑOS ROBADOS EN ESPAÑA -



Excelente documental en Telecinco en dos capítulos, referentes al terrible tema de los niños robados en España y entregados a cambio de dinero a otras familias pudientes que no podían tenerlos de forma natural. Realmente escalofriante.
Y lo peor es que no es una película de ficción. Ocurrió. Pasó, sucedió, estuvo hasta hace nada una corrupción moral y social que nos deja de piedra. ¡Cuánto dolor y cuán poca sensiblidad! ...
Toda una trama con base ideológico-religiosa. Una monjas que hacen negocio con la tragedia y el drama humano, y un médico sin escrúpulos que firma papeles y esconde con astucia sus trapacerías. Chantajes, secretos, conveniencias, moralidades y dinero vil. Ambición criminal. Excesiva pernada casi ridícula.
Las madres biológicas de los niños. Desesperadas, mareadas, escondiendo sus embarazos, siendo rechazadas por una sociedad en extremo machista y cruel, robados sus hijos, sorprendida su confianza, sin poder borrar hechos inhumanos, sin poder ser libres ni abortar, y teniendo que someterse a un calvario personal que solo de pensarlo aterra y compunge.
Los niños robados. Zarandeados, recolonizados por dinero en otras familias sin el menor escrúpulo, hijos de mujeres con graves problemas de todo tipo, de prostitutas, de mujeres absolutamente normales a las que se les negó la libertad. Niños de otros padres sin saberlo. Padres que decidían no comunicar la verdad a los niños. Y, finalmente, alguien de la prensa que se hace eco de esta barbarie social sin paliativos.
No hay negocio sin oferta y sin demanda. La monja y el doctor eran unos canallas, pero los padres adoptivos también lo fueron al aceptar las condiciones de la trama mafiosa y hacer las cosas por dinero y sin pensar en el tremendo daño que infligían a personas inocentes. La impunidad del poder en España durante tantos años.
Afortunadamente, hoy en día el contexto es otro. Y la mujer va podiendo decidir su vida y el destino de los suyos. Pero todavía queda un tremendo camino hacia su libertad.
Hay niños que no saben nada. Que han descubierto que su familia era todo una mentira, y encima no logran saber nada de sus biológicos y verdaderos padres. Debemos investigar qué pasó hasta las últimas consecuencias. El objetivo es descubrir la verdad de lo que pasó. No lo mejor o lo peor de lo que pasó, sino la cruda y sana verdad. La verdad y la libertad. Y que el peso de la Ley caiga sobre todas las personas que hicieron el daño a las madres y los hijos.
Los hijos ya son hombres y mujeres. Quieren saber quiénes son. Recuperar la identidad y la libertad en sus sonrisas. Es gente lógicamente herida y afectada, ansiosa, a quien han zarandeado e impostado el horizonte. Y eso es intolerable.
Yo, que aunque tuve familia no la conocí apenas, comprendo bien ese tremendo dolor cuando ves la hipocresía y cómo la gente que sabe de tí se hacen los extraños y los distantes.
En este caso, hasta ahora los perversos se han llevado el gato al agua. Yo espero poder elegir a mi familia, y que me cuenten todo lo que pasó. Yo protejo a los seres vulnerables e inocentes, me estremezco al ver lo que sucedió, y me sumerjo en ese infierno tan desagradable como auténtico.
Espero que poco a poco vuelvan las normalidades. Y sobre todo, que lo del doctor Vela y compañía, no vuelva a pasar más en mi país. Y que a la mínima que se reproduzca, que la policía actúe y le presente a los jueces la verdad. Toda, y nada más que la verdad.
-ES UNA MORALIDAD ESENCIAL-

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