Lo cual es lógico y esperado tras una fase de calificación asequible. Sí. El equipo campeón europeo y mundial, se prepara camino de un reto difícil pero sin duda magno y maravilloso.
Brazil 2014. Fortaleza, Maracaná, y tantos estadios con la mítica a flor de piel. La tierra de Pelé o Tostao, de Rivelino o Gerson, de los malabaristas del balón, recibirá a la Roja selección del gran entrenador Vicente del Bosque y a sus primorosos jugadores del tiki-taka. La emoción vuelve a estar servida.
Nos preguntamos todos de qué será capaz esta exitosa selección que tantas alegrías le ha dado a ese fútbol al que ha vuelto a revestir de gancho y de glamour a escala mundial.
Desde luego, no será nada fácil un nuevo Maracanazo como el que dio Uruguay a través de Gigghia. Brazil es siempre Brazil. Aunque ya no tenga aquella magia tan genial ni enamoradora, el país carioca lleva al fútbol en la demografía y en el gen. Y juegan en casa. Y tienen la mejor tradición con Alemania del Globo.
España debe sentirse satisfecha. Es la campeona. La actual campeona. Nadie le tose ni en Europa ni en el resto del mundo a nivel oficial. Su fútbol sigue basándose en el control de la pelota y en el toque, y su talón de Aquiles es el gol.
Ya no fascina como hace algún tiempo, aunque a nadie defrauda. Mantiene su columna vertebral con idénticos jugadores, aunque se va notando que los años no pasan en balde. Pero tiene oficio, garantías, personalidad, sabe a lo que juega, y sigue aspirando a todo. Mantiene sus opciones aunque sepa que las montañas cada vez se empinan más, que Brazil es el anfitrión y Alemania el gran tapado, y que todos sus rivales les esperan atrincherados cortando todos los espacios libres cerca de la madriguera de su área.
Vicente del Bosque sigue equilibrando. Mantiene el buen rollo en el grupo y pasa de polémicas hinchadas. Cuenta con Casillas y con Valdés, espera la decisión de Diego Costa, y se limita a hacer lo posible para que su Selección saque lo mejor de sí misma.
Evidentemente, se notan los años en el gran capitán Xavi Hernández o en el "torpedo" Villa. Pero Del Bosque es salmantino, sensato y práctico. No anda con victimismos ni con dramas. Todo lo contrario. Muestra su personalidad y su saber hacer.
Siguen saliendo también otros jugadores de interesante perfil. Don Andrés Iniesta sigue vivo, y Silva incorpora imaginación al bloque consolidado. Continúa habiendo calidad a espuertas por si la nueva hazaña. Si se produce, a nadie deberá extrañarle demasiado.
Sergio Ramos está maduro y es un portento físico, y Busquets el gladiador que cualquier escuadra desearía, Pero, por encima de individualidades y singularidades, aquí prima el grupo.
Neymar le da sorpresa al musculado y potente Brazil, y Messi les otorga ilusión a los seguidores argentinos, pero España no teme a nadie. Al revés. Sigue llevando prestigio y éxito. Puede codearse con quien haga falta, incluído su gran rival europeo que será seguramente Alemania.
España ha bajado de glamour pero retiene todas las opciones. Tiene la calma y el buen ambiente, no hay tensiones y sí mucho entusiasmo entre los nuevos que pugnan por incorporarse. No serán Xavi o Iniesta, pero también son de temer. Y, sobre todo, el fútbol de posesión y de tenencia de la pelota, al que se añade un pressing necesario.
Sí. Vuelve la Roja con toda su chispa y magia. Vuelven los bajitos españoles y toda su calidad. Nada tienen que demostrar en estadísticas. Lo han ganado todo ya. Pero conservan intacta la bella ilusión de un nuevo Mundial.
¡A POR ÉL!
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