viernes, 20 de septiembre de 2013

- OTOÑO -



Fresco y renovación. Días cada vez más cortos, preñados de largas sombras que compiten con el calor en retirada. Otoño en tus arrugas bellas, hechas de encanto y de frescor de fleur.
Otoño laboral de desempleo, otoño de reunión y de regreso, otoño íntimo y de distancia corta. Eterno otoño laborioso de un culo inquieto y vital que nunca sabe parar. Otoño eterno.
Otoño de excursiones senderistas. Otoño de chándal deportivo y de precacuciones. De constipados y visitas a la farmacia y al doctor. Otoño de artrosis y dolores, otoño geriátrico y de ambulatorio, otoño de ibuprofeno y paracetamol, de armario y ropa de abrigo, de nuevos colores y de nueva fe. Otoño de tu moda sexy. Olé de otoño.
Otoño en un bar amigo de un café humeante con tus seres gratos. Otoño de metro y de polígono industrial, otoño de lamento por el tiempo adverso y momentos de practicidad y de resoluciones.
El otoño es un tiempo serio y funcionarial, un período que se pone ahí y has de encender la luz. Cambiarán la hora y la tarde la tocarán las cinco ya de noche. Otoño para recogerse, o para salir y no hacer caso a casi nadie. Para arriesgar, andar, y salirte con la tuya. Otoño para mostrar de una vez a las claras todo lo que te pasa. Sin ambages ni estratagemas absurdas. El otoño es muy desnudo y claro. Si lo afrontas debidamente, te recompensará.
Otoño de colegio y de universidad, otoño de todo, otoño de fútbol y de cine, de espacios interiores y de nuevo botellón de ocio nocturno. Otoño de morapio y gin tonic, otoño de provisiones en el supermercado, otoño de juventud y resolución.
Otoño de mujer perfecta. Otoñal y femenina. De eterna mujer sueño que luce sus medias en el medio de un cruce de piernas fastuoso y siempre eterno. Otoño en mujer de piel clara y serena que la playa abandonó. Otoño del eterno femenino sin edad, que todo lo desafía para ser sensata y admirable, señora de postín y de admirar, de piropo e impulso masculino. Dama que le pone curva y paz a un viento o a una tormenta. Mujer de otoño y de todo tiempo. Admiraciones que siempre sospecharás.
Otoño veloz y atleta que me llevarás al tiempo cursi de la Navidad. Otoño de sendero que arranca en la uva de la cepa y acaba junto a un Freixenet en las campanadas de fin de año. Otoño de asumirte, otoño de experiencia y realidad, de chaqueta negra y calzado elegante, otoño de posicionarse y de no sucumbir. Ojazos negros de otoño.
Otoño de marginal en la calle, otoño de toxicómanos que discuten en medio de una noche sin esperanza ni deseo. Otoño estéril y carente de color. Otoño ocre a descubrir entre los árboles perdidos en las escapadas al interior, y mientras recoges unas setas arriesgadas con una cesta de Caperucita.
Otoño de aventura casi sin tiempo. Otoño de gimnasio y de sudor, otoño de abandonar los kilos y de subirte a tu carro de la Champions. Otoño de tele y de concurso. De novedad y sensación.
-COMO TODA TU BELLEZA-

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