jueves, 25 de julio de 2013

- UN TREN ENLOQUECIDO -



Santiago de Compostela. Galicia y el Apóstol. El patrón religioso de este país. España. San Yago. La fiesta de la religiosidad y de la Tradición. El camino que llevaba al fin del mundo conocido. Hoy, España, 2013, este país solo puede ser un tanatorio entre vagones por los aires. Cerca de cien muertos y otros cien heridos. Un desastre brutal. Una desgracia descomunal que lloran los hombres y las mujeres de cualquier lar. Hoy es tristeza y dolor en mi país. Es, muerte.
Ya se verán las causas del accidente. Las oficiales. Pero hay una lógica clara. ¡Qué pena! Antes estaban todos vivos y bien, y llegó una curva cerrada, el tren que no frena y que va a toda velocidad, y todos los vagones por los aires camino del desastre.
Eso no es normal. La puta velocidad. A veces parece que el progreso es una gran trampa, y el estrés una gran manía. Se toma una curva para ir a ochenta por hora, a una velocidad descomunal y de AVE. ¡No! Algo demasiado grave falla. Un tren lleno de pasajeros merece un respeto. Se entiende que la velocidad está hecha para ser disfrutada, y nunca como recurso desesperado para llegar en punto cuando se parte con retraso.
A veces parece que la velocidad la inventó un asesino loco que entendía bien poco de sensatez y de solidaridad. ¿Ir tan deprisa para acabar muriendo? ¡No! Ha   de   saber    el  científico que necesitamos una prisa segura, o que hay que desecharla. Nuestra prisa ha de ser una amiga y jamás una traición. Ya pasó en el no investigado Metro de mi Valencia. Curvas sin sentido, curvas sin cabeza, curvas de velocidad mortal, curvas de insensatez, curvas de llanto ...
Velocidad y seguridad. ¿Son amigas? Deberían. Ahora, en Santiago de Compostela hay psicólogos que tratan de que todo el dolor salga del corazón de unos familiares asustados e incrédulos en su shock. Ahora ha de salir la razón del llanto real y sentido. Llorar es humano. Una de las tearapias más naturales que aparecen. Ahora toca el llanto, y el silencio, y el dolor, y el absoluto beso social y humano a los que se han ido y a los familiares de los fenecidos y heridos. Ahora es todo solidaridad y humanidad, abrir los brazos y dar amor, amor, y más amor. Lo que nos hace grupo y familia humana. Lo que es nuestro y de tod@s.
La palabra se detiene ante el impacto de la herida masiva, y las televisiones y radios desplazan a Santiago a las primeras unidades mediáticas. España es hoy un tren roto de hierros retorcidos que llora a unos seres inocentes que solo querían fiesta y ocio. Descanso y espiritualidad. ¡No! ...
España es ahora un cementerio y un funeral. Nuestro país es un lugar sin música de alegría, y hasta los pájaros gallegos quieren hoy atenuar sus trinos. El día de Santiago Apóstol de 2013, pasará a la historia como el día del tren de la curva mortal. En nuestra cabeza hay una curva y un dolor, un recuento incesante de bajas y de malas noticias, como si realmente el fin del mundo hubiese llegado.
Cuando todo se sepa y se delimiten responsabilidades, seguirá habiendo dolor. Y también ambiciosa velocidad de llegar a todos los sitios. Y entonces me gustaría que la seguridad y la prisa se abrazaran fuertemente.
- VICOS, VICOS Y MÁS VICOS -

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