Escritora muy popular. De éxito. La adoran y critican las jovencitas y l@s adolescentes. Porque Lucía Etxebarría es singular. Distinta. Todo comenzó en el éxito cuando fue premiada por su libro "Beatriz y los cuerpos celestes". Ya ha llovido. Pero sigue teniendo punch y aventura presencial.
Parece pija y heterodoxa a un tiempo, está llena de contrastes, a veces parece muy sexy y hasta de Rubbens, y otras no tanto. Mujer, femenina, inteligente, penetrante, arrogante e indefinida a la vez. Muchos registros, y sorpresa. Aventurera desde su realidad, y crítica con muchas cosas inherentes al Poder.
Tertuliana, opinadora, sensual, personal e imprevisible. Lo bueno que tiene Lucía es que nunca sabes bien por dónde va a salir. Tiene una vocecita personal que parece de vulnerabilidad pero que en realidad es profusa y demoledora. Habla y hurga, explica su visión de las cosas muy cercana a la sensibilidad y a la polémica, y luego dice que solo hablará de su faceta literaria y creadora.
Los que la denostan, la llaman de todo. Y los que la aceptan la miran siempre con expectación. Son las cosas de Lucía Etxebarría. No pasa desapercibida así como así. Es animal mediático, y gusta el sexy de su seguridad y hasta de sus dudas.
Tiene muchos libros publicados, está en lugares de literatura y ventas, es muy de hoy, y a veces bucea en líneas nuevas que pueden dejarnos sorprendidos.
Su última cosa es haber aceptado meterse de participante en un reallity de supervivencias en un campamento. Ha querido ser chica frikie de la telebasura de la buena audiencia. Y al primer o segundo día de estar en dicho televisivo campamento, dice que no lo soporta y se va para casa. Que, es imposible estar ahí ...
Desde luego, vender hoy un libro es muy difícil. La cultura, en tiempos de crisis queda para las clases de nivel y para los curiosos en general. ¿Qué diantre hace una escritora como la Etxebarría junto a Karmele Marchante y demás aspirantes a la banalidad cotidiana? ...
Seguramente, liarla mediáticamente, y promocionar más sus libros.Apurar la contradicción, y caminar por la delgada línea de un aparente descrédito ideado con telas de araña. Porque los escritores serios y de verdad no pueden hacerse a semejantes frivolidades carentes de base y de sentido. La cultura no se rebaja a las estrategias comerciales ni a los personalismos. Un escritor es sus libros y sus historias, y poco lo que haga con su vida heterodoxa.
Siempre fue discutida Lucía Etxebarría. Y aquellos que no la soportan ni la tragan, tienen ahora munición para tirarle encima menoridades, caprichos, y hasta victimismos. Un reallity televisivo no es cultura, sino codazos de fama fugaces con bolsillos de dinero. Un vencedor de un concurso de supervivencia catódica, siempre es el mismo don nadie y aspirante que entró en un principio al reto del entretenimiento casero de la caja tonta de cristal. El de antes.
Dinero. Todo huele a dinero. Lucía y los españoles necesitamos el dinero en tiempos de crisis y Rajoy. Pero hay un salto cualitativo de seriedad. Los "cuerpos celestes" no se venden por un plato de lentejas. O, no deberían ...
Mas si a polémica se va, ahí la Etxebarría va a tener tiempo y hasta fuentes de inspiración. Lo ha conseguido. Fama, rehacerse de los anonimatos, salir en todas las teles, y plantear debates extraños acerca de la seriedad y de la tontería. Y así todos la nombraremos y reojaremos sus volúmenes escritos.
-QUE SIEMPRE ES SANO-
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