El bien y el mal. El rigor y la filosofía. La profundidad y la necesidad de ejercer el pensamiento. La banalización de las personas y de los discursos. El abrir las capas de la cebolla sabiendo todas las inevitables consecuencias. Desnudarse en medio del bosque de la libertad. Hannah Arendt.
Judía y filósofa que marca brillantez en el pensamiento del tiempo. Vive con su esposo en los Estados Unidos y enseña filosofía con la agudeza, la brillantez, y el amor que le propuso su maestro Heidegger. Hannah Arendt.
Un diario americano la elige para escuchar sus opiniones acerca del nazi juzgado Eichman. Arriesgado encargo del que no conoce a una mujer decir todo lo que verá y sentirá con claridad y sin ambajes. No le gusta lo banal y menor a la Arendt. El juicio al nazismo no lo ve como algo contra el individuo, sino como un reproche y vendetta emocional a la terrible historia que sucedió.
Y,valiente, desnuda su verdad. Dice que Eichman no sabe pensar, que solo es un engranaje de un sistema de órdenes, en el que él es un don nadie y en donde las cosas siempre son complejas. Nunca maniqueas. Unos no son tan intrínsicamente malos, ni otros tan radicalmente santos. Todos han contribuído al clima de la gran nebulosa y oscuridad.
Se lía parda. La acusan de nazi, de puta, de atacar a las víctimas del faltal Holocausto, de traidora a su pueblo, la amenazan, y le hacen toda su ritualidad adversa contra élla. ¿Cómo es posible que una mujer de su calado cuestione cosas aparentemente tan evidentes? Dicen que es fea, ruín, y engreída; un demonio nazi que merece tanto o más la horca que el propia Eichman.
Mas la Arendt es valiente porque cree en la justicia de su libertad. Afirma que no toda la fuerza está en el ser humano y que hay cosas que le superan. Se toma poco en serio a las críticas, y sigue desafiando a los cobardes que temen al rigor del pensamiento.
Hannah, sigue. Resiste desde su discurso. El pensamiento y su magma siempre son los grandes aliados. En una conferencia en su Universidad americana, dice todo lo que le sale a su magno pensar. Nunca va a haber demasiada emocionalidad en sus palabras sabias, y se limita a hacer uso de su talento prodigioso.
No elude nada la maestra. Todo lo contrario. Se reafirma en sus posiciones porque ella es una soldado de esa manía que ha hecho progresar al hombre. Le ha quitado trascendencias, normativas, hipocresías o intereses de todo tipo. Ha dicho con la cátedra maestra de su conferencia sin fisuras, un tiempo de placer personal y colectivo. Ha hecho un discurso impecable. Y finalmente, un tremendo aplauso de sus talentosos alumnos, zanja las cuestiones. La han comprendido aquellos que están en disposición de hacerlo. Los banales, se retiran presos del enfado. Hannah Arendt.
Siempre discutida, Con diverso nivel de especulación. Hannah solo es pensamiento sin concesiones. Y también sabe del amor y del placer, de lo que conviene y de lo que se tiene por rechazable. Y por eso le gusta jugar a vivir y a ser coherente, y a intentar siempre ser feliz y a descansar sobre los griegos pioneros que empezaron a crecer a orillas del Jónico. Y Hannah es mujer y moderna, y personal e intransferible. Y respetadora, y rechazada, y cuestionada y alabada. Como todos los grandes personajes de la Historia a los que les da por costumbre el poder pensar y con puntería. Goleadora de la verdad.
-LEER, VIVIR, PENSAR, AMAR... -
0 comentarios:
Publicar un comentario