lunes, 29 de abril de 2013

- LOS 43 MUERTOS DEL METRO DE VALENCIA Y LA GRAN OMERTÁ -



Hace ya algunos años. Una curva letal y peligrosísima en la línea 1 del Metro de la ciudad de Valencia. Un maquinista que va demasiado rápido, y vuelcan algunos vagones. Cuarenta y tres muertos.
¿Responsabilidades políticas? ¡Ninguna! Le echaron la culpa de todo al maquinista, el cual también falleció en aquella terrible tragedia.
En la Plaza de la Virgen, puedes ver a un grupo de gente con pancartas que protesta al considerar que no se quiso ir a la raíz y a la madre del cordero. Los familiares de los muertos y de los heridos, ahora escasos pero irreductibles, siguen reclamando      justicia       y    responsabilidad.
El periodista de la "Sexta" Jordi Évole, hablaba con algunos protagonistas de aquel hecho terrible. Muy poquitos se atreven a contar la verdad. Bien pocos son los que no tienen miedo a las represalias. El Gobierno valenciano, siempre presuntamente, había decidido lo que iba a pasar como estrategia de defensa. Tapar, tapar, y tapar. Y el miedo   gestó   un   olvido escandaloso. Bestial.
Al parecer, nada se hizo bien. Solo un maquinista libre, dijo lo que pensaba. Y habló de dejadez. De que esa curva era un enorme punto negro que llevaría al desastre más pronto que tarde. Que no se hizo apenas nada para corregir el gran defecto del trazado de esa curva de la fatídica línea 1, y que ni siquiera la baliza de sistema automático que permitiría reducir la velocidad por si se apretaba el acelerador del convoy más de la cuenta, se preparó para la contingencia. No se puso nunca el debido y básico interés, y la desgracia terminó por ocurrir. Al parecer el Gobierno del Presidente Francisco Camps tenía otras prioridades y otros proyectos y eventos en el horizonte. Y los consellers, exactamente lo mismo.
Cuarenta y tres muertos en una ciudad grande como Valencia. ¿Por qué una cifra   tan  escandalosa? Arcadas puede dar entender dicho porqué. No se cuidó la citada línea del Metro, los vagones eran de risa, y los ventanales estaban protegidos por una silicona elemental. Seguridad, cero ...
La omertá, el silencio y el mangoneo, se anticiparon al sentido común. Nadie quiso asumir la responsabilidad, dimitir e irse a su casa. El juicio fue muy rápido. A nadie le pasó nada. Todos se libraron. Desaparecieron objetos y pruebas, pero nada se demostró.
Años más tarde, el diario "El Mundo" reveló que se había llamado a todos los técnicos a unas "reuniones" para darles así las consignas. Se les instó a que no dijeran nada comprometedor.
Ayer, en la tele, un don Tancredo lo confirmaba. Decía que él tenía la conciencia tranquila, aunque en aquellos momentos calló como puta. Sí. Nadie dijo una sola verdad. Solo había que declarar mentiras y vaguedades, y nunca utilizar palabras como baliza o tragedia. Toda una operación maquillada, destinada para salvarse el culo los unos a los otros. Vergüenza, es poco. Lo que te da ver éso, es rabia e impotencia.
El socialista Andrés Perelló, dio en la diana. No solo el Partido Popular valenciano decidió no decir la verdad y tratar de comprar en un acto vil todas las voluntades posibles a cambio de dinero. No. No solo paso éso. Lo del Metro, fue mucho más. Porque hubo una complicidad casi general y de consenso. La sociedad y las gentes valencianas en su conjunto, decidieron mirar hacia otros lados.
Y volvieron a votar a aquellos miserables, que todavía siguen ahí en el Poder algunos de ellos. Y se emborracharon con la Copa del América, la Ciudad de las Ciencias, o con el urbano circuito de la Fórmula 1. Y se quedaron mirando la visita del Papa, y sin coraje ni reacción cívica. Este punto negro de la curva de la línea 1 del Metro de Valencia, fue un punto negro general en una sociedad que prefirió hacer la vista gorda.
El valiente Jordi Évole, director del programa "Salvados" de la "Sexta Televisión", llamó al teléfono personal del ex conseller Juan Cotino, y el interfecto le dijo que no era él sino su hermano. De risa. Era él. Esa fue la idea: "oiga, yo no he sido y no me fastidie" ...
-SENCILLAMENTE VERGONZOSO E INMORAL-

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