A veces llega un momento en que has de sacarte los apuros y decir las cosas. Porque lo del Barça ayer en Münich casi fue de ridículo. O, sin casi ...
No es la primera vez que un club tan grande como el Barcelona, caía en la decepción de su propia desorientación. Ya pasaron muchas cosas similares en Milán. Y estaban siempre latentes, y sucedían.
Cuando se juega la semifinal de la Champions, es preciso tener mucha más chicha y recursos. Y, ésto, forma parte de una más que deficiente gestión deportiva en el club azulgrana, que parte del presidente Sandro Rosell y que se traslada a través del míster Tito Vilanova.
A pesar de su éxito liguero, se entienden poco o nada bien los relevos de Pep Guardiola. O, quizás, se empieza a comprender el porqué se fue.
¿Cómo es posible que perdiendo 3-0 en el Allianz Arena alemán, el entrenador no mueva el banquillo?, ¿lo sabe alguien? ...
Lo peor del 4-0 de ayer no fue ese resultado, sino el modo de perder. Sí. La sensación de un equipo a la deriva, mal dirigido, con muchas lagunas de jugadores, y con una extrema debilidad competitiva que casi insultaba al sentido común. ¿Qué hacía David Villa en el banquillo con un capazo de goles en contra? ...
Pensé en las actitudes. En el maestro Pep Guardiola. ¿Cree alguien que se hubiese estado quieto en el banquillo mientras a su equipo lo desnudaban y lo meneaban los muchachos de Heynckes? ¡Ni hablar!
Sigo imaginando al Pep moviéndose sin parar, casi desde la intensidad del paroxismo y sin permitir el más mínimo desliz. Pienso en un tipo que tenía las ideas bien claritas y que veía el fútbol con la pasión y el acierto de los iluminados. Menudas broncas les hubiera soltado a más de uno y a más de dos ayer en München. Menudos gritos hubieran salido de su pasión maravillosa por su FC Barcelona.
Bartra,¿titular en una semifinal?, ¿por qué el Barcelona no tiene dos tallos atrás viendo cómo el paso del tiempo actúa sobre Puyol y sobre la forma de ser de Piqué?, ¿por qué faltaban jugadores de músculo en el combate de pressing que siempre planteaba el Bayern en el medio del campo?
Y, sobre todo, y con todos los ánimos y respetos para la salud de Vilanova, decirle que el fútbol es hoy y mañana, y que el atrás nunca vale. Sí. Al Barcelona le faltaba ayer un tipo con carácter que levantara la voz. Y, que si veía que Messi está aún para no jugar, atreverse a sentarlo. ¿ Es mejor el Barça agazapado buscando una acción individual aunque sea genial, que un juego de conjunto y convicción? ...
Va a ser más que un milagro que se remonte nada la semana que viene, pero lo más importante sobre la mesa es el futuro y el equilibrio. La recuperación de la regularidad y de unos conceptos claros. Saber a qué jugar. Volver a tocar la pelota con alegría, desparpajo y peligro. No son tan viejos. En absoluto. Están desanimados y muy desconcertados. Y eso quizás se solucione arremangándose en los entrenos y dándolo todo en el campo. ¿Ha de pasarse miedo porque te tiren un córner? ¡Acabáramos! ...
En definitiva, que expreso mi decepción por el entrenador Vilanova, y pienso que el staff directivo se ha equivocado. Vilanova nunca puede ser el sucesor de nadie. Pero, menos, de Guardiola. Se necesita un entrenador de grito y pasión, alguien con látigo y cintura, muchos jugadores que suplan a los que ya sobran, y una nueva seriedad. El Barça lo merece y de sobra.
- ¡TE AÑORO, PEP! -
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