Yo soy Mumba Endiambo. Nada de Tony Burns. El hombre blanco me ha hecho demasiado e injusto daño. Yo y los míos estábamos tranquilamente en mi Kenya del alma. Maldita red. No podían conmigo. Soy demasiado fuerte y mido dos metros de estatura. Solo un disparo de rifle me hubiera hecho flaquear. Ningún hombre puede conmigo. Nadie sabe capturarme con lucha y nobleza. Por eso me tiraron una red. Y entre séis y siete blancos, me ataron y me llevaron a un sucio y maldito habitáculo. Después me raptaron y me maltrataron hasta llevarme a las playas del Atlántico donde me esperaban mil barcos negreros. No llegábamos nunca a América en donde estoy ahora. Y yo soy africano y me han cortado la libertad. Yo quiero volver a mi selva y a mi vida de Kenya. Allí queda todo lo mío. Allá están todas mis estrellas.
- My lord what a morning. ¡My lord what a morning! ¡¡Quiero libertad!! ...
Aquí, en los campos de algodón de América, apenas me dan de comer y están pendientes de mí contínuamente. No van a tolerar que me escape. Al menos, por ahora. Hasta que no me vean que reviento física o mentalmente, no se fijarán en mí. Y una vez muera, me tirarán en cualquier sitio para que no transmita pandemias o enfermedades. Los blancos son listos. ¡Ahhhh! ...
Desde aquí veo la playa. Me gusta ver la playa. Porque es mi límite y toda la única frontera. El mar. Y al otro lado del mar, hay dioses y espíritus que me tienen preparada la gran y maravillosa bienvenida. Porque allá en la playa de África se abren caminos y sendas, y desde la misma orilla podré oler el calor de mi Kenya, y los olores de los míos, y las costumbres de mi tribu, y el amor de mis padres, hermanos y de las mujeres. Quiero volver. Maldita sea. ¡Yo quiero y tengo que volver a mi casa y a mi raíz! A mi cuna. Lo saben todos los seres superiores. Las estrellas y la verdad. ¡Oh, yo no quiero estar aquí! ...
- My lord what a morning. ¡My lord what a morning! ¡Quiero mi merecida libertad! ...
Aquí en la plantación de algodón, hay seres terribles que me castigan y que me quitan la dignidad. Blancos, perros de vigilancia, cadenas y rifles. Tipos armados como leones, los cuales piensan que mi vida y que mis sueños son solo una anécdota loca. Y nunca se quieren enterar de que yo siempre soy nada más y nada menos que Mumba Endiambo. Y que la vida es otra cosa además de sobrevivir. ¡Ahhhh! ...
No me fío de la señora Kirk. Es blanca y ya no cumple cincuenta años. Es viuda y tiene poder y mucho dinero. Pero de mí sé que solo quiere pasar noches de cama y de sexo. Dice que soy muy hombre y muy espectacular, y que sé amar abundantemente. Pero me engaña. Me engaña siempre. Me ha dicho que me sacará de la maldita plantación si la sigo dando placer. Y que me meterá ella misma dentro de un gran barco, y que me devolverá a mi África y a mi Kenya. ¡No me mienta, maldita bruja aprovechada! ...
- My lord what a morning. ¡My lord what a morning! Solo soy un esclavo, ¡maldita Caty Kirk! ¿No lo ve? ¡¡Ayúdeme ya!! ...
No quiero pensar nunca que voy a morir aquí como un nadie. Ni se me pasa por la cabeza. Y no me vale el placer. Y ni siquiera los cánticos espirituales. Esta desgracia tiene que deberse a algún misterio. Y no lo voy a permitir. Voy a luchar contra ese misterio, y soñaré que tuve a una maravillosa mujer negra como yo en Kenya que se llamaba Akuma. Y Akuma y yo sí fuimos el amor puro y apasionado. Esa felicidad, que todos los seres que viven necesitan para sentirse realmente plenos y reales.
Ayúdame, azar. Haz que esta vieja blanca haga magia, y que mañana mismo ya pueda estar dentro de ese gran barcazo que puedo ver allí en la playa de mis sueños. Y esta vez ha de ser un viaje triunfal y lleno de cánticos de pájaros, y de música de caracoles y de sirenas de mar. Ya no puedo aguantar más. Mis hermanos negros se caen en el suelo extenuados. Pero yo soy fuerte y saldré de ésta. Lo dice Mumba Endiambo. ¡Nada de Tony Burns! ¡Ahhhh! ...
Mi sudor es vida, y soy guapo y fuerte. Soy un ganador con una potente voz. Soy África y un león. Soy una maravillosa fiera enjaulada y pegada. Por eso le ruego a la señora Kirk y a todos los oídos sensibles del mundo, que lo que no quiero es morirme aquí a tantos kilómetros de mi Kenya y de mi vida. ¡Por favor! ¡¡Por favoooor!! ..
- ¡MY LORD WHAT A MORNING!-
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