Emocionante. Espectacular. El Gran Premio de Fórmula 1 de Abu Dabi, iba a dar muchas claves y muchas emociones. A priori, y a posteriori. Quedan ahora solo dos grandes carreras, y el alemán Vetel supera a Fernando Alonso en diez puntos.
En Abu Dabi, Vetel ya había errado estrepitosamente. Hubo de salir el último, al detectarse irregularidades en la cantidad de combustible en los entrenamientos clasificatorios. Prueba dura para el campeón de Alemania.
Mientras, el superclarse ovetense Fernando Alonso, se enfrentaba a una carrera de ataque, con pocas concesiones y alguna comodidad tras el error de su directo rival. Nada de fiarse.
La carrera de Abu Dabi, fue una fantástica locura abierta. Gustó, hasta a los que el paso de los pilotos por entre las vueltas interminables solo les produce tedio e indiferencia.
Pasó de todo. Ataques, choques, carrera detenida a través del coche de dirección de carrera en varias ocasiones, un adelantamiento a lo Messi de Alonso a Maldonado, la rotura del motor de Hamilton, la persecución de Button al español, un accidente peligroso y espectacular, y el tremendo orgullo del vigente campeón Vetel que fue superando a todos los demás pilotos hasta lograr acabar en tercera posición. Sensacional carrera del alemán, que ganó finalmente el finlandés Räikkonen, el cual llevaba tiempo fuera del gran circo de Ecclestone y que ayer se llevó de nuevo y emocionadamente otra carrera para su zurrón.
Alonso volvió a dar un recital de conducción. Sin errores, calculando con frialdad de crack, y acelerando cuando ya te desanimas y piensas que ya no llegará. Alonso, siempre es Alonso. Si se descuida finalmente el vencedor, es que gana él en Abu Dabi. Es de otra galaxia.
Ahora hay dos carreras más, diez puntos de diferencia en la general entre Vetel y Alonso, y no me atrevo a decir que la cosa ya está decidida, porque ambos pilotos son capaces de asombrar.
Vetel se mueve con la agilidad de un tigre, y acelera como un Usain Bolt con ruedas. Pero Alonso es el mejor y más talentoso piloto del circuito, y ya nadie puede tener dudas de éllo. Su Ferrari no está mal, parece más seguro que los Red Bulls, pero es más conservador y menos veloz en el quiebro rápido.
Y cuando hablamos de fondo, encontramos el primer obstáculo. Es, distancia corta. Son dos carreras las que faltan. Estados Unidos y Brazil. Será difícil para el asturiano restañar y reestablecer las diferencias. Parece todo más sencillo para un velocista puro como el germano.
Mas no hay que ser pesimista si Alonso no lo logra. Hará todo lo que en su mano esté. Y, retornando al inicio de este escrito, volveremos a contar más cosas que sucederán. Hoy ha sido apasionante, y no solo porque había cuchillo entre los dientes de Alonso y Vetel, sino porque todos han corrido con gran belleza y agresividad. Están en forma, y al espectador la carrera le ha sabido a corta y a emocional. Hay que felicitar a los aficionados a este deporte elitista. Hoy, en este país árabe de Abu Dabi, se ha escrito una brillante página y nueva del circo de los bólidos que mitificó otrora el argentino pionero Fangio.
-SENSACIONAL-
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