La gran participación del seny o sentido común de los catalanes y demócratas en sus elecciones autonómicas, le dan reválida de gran pueblo y de gran referencia admirable.
Aunque ha ganado el convergente Artur Mas holgadamente, para poder gobernar ha de pactar pues no ha logrado los apoyos suficientes.
Sí. Artur Mas es el gran derrotado ganador. Mas, leyó mal el mensaje y las emociones de la Diada de Cataluña de su 11 de Septiembre. Y fue como ese delantero que se pone a correr la banda a tanta velocidad, que acaba saliéndose del campo con el balón. Artur ha errado en su ambición y en su caballo veloz, y ahora deberá detenerse, mirar hacia los lados, y buscar referencias reales.
Lo que Mas vió el día de su gran fiesta catalana, no fue el deseo mayoritario de separarse de España. Tenía algunas fuertes razones e intuiciones, pero fue demasiado simplista, descontrolado y menos creíble. Los catalanes son duros de pelar. Su mensaje de distancia no terminaba de convencer. Porque la idea de la identidad, se estrellaba contra una realidad potente e ineludible. Los recortes sociales y el cabreo ante una crisis brutal, parecía hacerle ver a Mas que era el perfecto momento de las audacias. Erraba de plano. Porque ha ganado su Convergencia i Uniò, y en realidad ha sido la victoria más triste. Ver su cara, y no digamos la de Durán y Lleida, eran todo un recital poético. Desolados vencedores.
En la Diada de Cataluña, se gritaba rabia de pobre frente a un poder conservador disfrazado o envuelto en la sacra bandera de la Senyera. Éso, lo leyó bien la Esquerra Republicana de Oriol Junqueras. Esta formación, ha más que duplicado sus escaños en el Parlamento de Cataluña. Representa la izquierda viva y audaz que se moja el culo, la que sale a la calle a parar los deshaucios, y la que le dice al Sistema que nones. Se ha valorado.
También ha perdido pero menos de lo que se esperaba, el candidato del Partido Socialista catalán, Pere Navarro. No ha sido ningún Titanic. Había demasiado miedo previo, porque el Psoe ha tiempo que no rasca bola. Pero a pesar de la sensación de la izquierda cansada e impotente, el socialismo catalán ha mantenido la decencia en los votos. Respiros.
El trabajo laborioso de la españolista del PP Alicia S. Camacho, ha logrado mantenerse tras Navarro dentro de la dinámica de triunfo general catalanista. La fuerza conservadora, ha aguantado con consistencia los avatares. España sigue resistiendo en una Cataluña diferencial y responsable. Aún está.
Joan Herrera, de la Iniciativa de la izquierda, ecologista y verde, también la obtenido buenos resultados. La contestación a la crisis y el gran cabreo, igualmente han encumbrado al Parlament a dos nuevas formaciones: el Ciutadans per Cataluña, y el CUP Alternativa de Esquerres.
En definitiva, que se ha impuesto el sentido de la responsabilidad de un pueblo sabio y maduro, frente a la Disneylandia excesiva e imposible. Ha ganado el catalanismo moderado y responsable, y la izquierda sensible y convencida de que hay que seguir luchando contra un temporal exterior y peligroso. Ahora, Artur Mas dormirá su euforia y se pondrá otro prisma y otras lentes. Guardará más silencio y aguzará sus oídos.
-ES SU OBLIGACIÓN-
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