lunes, 19 de noviembre de 2012

- EL DESACTIVADOR -



En medio de una determinada zona desértica, hay un dispositivo militar tan impresionante como sorpresivo. Nadie puede sospechar lo que tiene encargado el citado operativo bélico. Lo que dichos soldados van a tener siempre que neutralizar.
No es fácil acceder a dicha zona de seguridad. Y cuando llegan sin querer a dicho lugar, nunca esperas que de aquel desierto salgan unos hombres vestidos de paisano que dicen ser los amos del terreno árido, y que te apremien a empujarte cortés y firmemente   de   sus  aparentes lindes. En realidad, se trata de soldados vestidos de uniforme irrelevante y hasta creíble. Y si te pones valiente y les pides acreditación y hasta la identidad, e incluso si llamas a la policía para que te confirmen si los señores están diciendo la verdad, dicha polícía  no tiene el menor inconveniente en aclarar e investigarlo todo. Y en efecto y finalmente, te llegan las noticias. Los amos del terreno árido y solitario, son legales y tienen todas las razones  y   permisos. Nada pues que hacer. No hay caso. Todo okey.
O, lo parecería. Porque en realidad, y debajo de aquel terreno sin vida aparente,     hay   centenares de soldados de la inteligencia que en turnos rotatorios garantizan la seguridad de las actuales reglas del juego social que rige el Mercado.
Hay demasiado miedo a lo que hay en aquellas instalaciones carcelarias y veladas a   casi  todos. Y el caso es que solo es un ser humano, el cual discrepa de todo lo que hay y de cómo se hace. Mas el miedo no estriba en su rebeldía  y en su inconformismo, sino en su capacidad de acción y de concreción de sus ideas ...
El cuerpo del gran y rebelde enemigo, es fuerte y alto como una máquina de acero, sabe todas las claves que permitirían ir desmontado los asertos de los hombres del Poder, y no se vale cómo es capaz de poner en jaque a todas las barreras existentes. En su mirada y en su mente, está la revolución y la posibilidad de acabar con las grandes mentiras a los que las que los ciudadanos del mundo acaban siendo sometidos.
El hombre especial, es capaz de concentrarse con su mente y provocar efectos compulsivos en las computadoras que puedan sembrar la zozobra entre los Bancos, la Bolsa o cualquier arteria de carácter financiero. Ha nacido con unos poderes innatos, que son a la vez su derrota. Porque nadie en su sano juicio, podría afirmar que un humano con poderes extransensoriales puede acabar con el sistema de las cosas. El hipotético bulo, no podría ser por nadie creído.
Mas, lo logra. Todos los días, el salvaje bueno rompe con su mente las cadenas que le atan a su silla de hierro, recupera sus constantes vitales a pesar de los diarios intentos de darle muerte, vive del aire, casi nada come porque no parece necesitarlo, y encima busca desde su tercer ojo del chakra del entrecejo visualizar los ordenadores de los grandes centros de poder mundial. Y lo jodido, es que logra desestabilizar temporalmente algunos vitales sistemas informáticos. Los soldados y científicos, con contundente violencia, lograr neutralizar a base de golpes al gran traidor, hasta que se duerme derrotado durante unos cuarenta y cinco minutos.
Este ser, no es batible sino meramente neutralizable. De momento, no parece que pueda romper nada evidente del Sistema aunque tenga potencialidades más que suficientes para lograrlo. La única clave y llave posible, está en el turno represor y permanente de los soldados que cumplen escrupulosamente todas las órdenes. La idea es de guerra. El rebelde no debe nunca salirse con la suya.
- ¿HABLADURÍAS Y BULOS? -

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