martes, 27 de noviembre de 2012

- AMOR CASI IMPOSIBLE -



Amor sin edad, amor de arrugas con tersura, de pausas y de tiempos vitales, amor que parece ocultarse debajo de una piel auténtica y quizás esotérica.
Lo que importa es el tiempo de la levedad y del bienestar, de estar a gusto, y del no tener la necesidad de entender por qué ha cedido sorprendente y gratamente la barrera de Cronos y de las dos fechas de nacimiento. ¿Qué es el reloj del estrés? ...
Ni meses, ni años, ni presiones morales. Solo es una naturalidad de seducción que no se sabe cómo surge, pero que está ahí. Se acoplan las diferencias, se aceptan ambos ritmos, y   la belleza es un consenso de miradas limpias y auténticas.
Puede ser posible el amor aparentemente fou o inaceptado, sin matices excesivos. Es un amor donde miran las nubes y se posan los vientos que prefieren observar con nitidez el arrobo del afecto impensado.
No se cavila, ni se especula, ni se cae en trabas excesivas. Solo se es valiente, se deciden, se miran con respeto y fijeza, y algo les une y les atrae. Escapar alegres de la censura de la hipocresía.
Capar la atracción, ponerle zancadillas al campo de lo inevitable, no querer conocer la verdad, atacar algo que sale del corazón con el manotazo del miedo, o la sensación de rechazo o de maldad de muchos otros. Lo esperable.
Entre el amor casi imposible, entre la atracción fatal y gustosa, en medio del azar que es verdad que sorprende, a través de algo real que envuelve y ayuda, un par de seres humanos alcanzan una mutua comensación de sus sueños y aventuras. Una cima de magia.
Arrugas y robustez, experiencia y audacia, galantería y femineidad eterna, golpe posible de sorpresa con olor a café compartido o a siesta furtiva tras una comida cómplice y anónima. De discreción.
Huye lo inusual de la fama y de la notoriedad, porque hay una atmósfera que no quiere lanzar como un megáfono los sentires hacia los cotillas, y escapa de la gran normalidad de la algarabía algo puro como es un beso capaz de hacer caer las fronteras o los tabúes.
O los cuerpos con DNI mayores de edad, con un vasto y extenso espacio para el juego y hasta para el virtuosismo elástico, físico e intimista. Sí. En el interior de las relaciones humanas y sin trampa, hay una rotura que hace filtrar los jugos aparentemente intolerables que abren el camino de una nueva y hasta sofisticada aventura del afecto y también     del    amor  apasionado donde todo está para caber.
Cuerpos y almas que se aceptan, que se respetan, que se protegen, que se miman, que se dicen todo lo que nunca se reprimen, que dan rienda suelta a algo que está ahí más vivo que las estrellas del horizonte despejado. Que, el mundo ...
Y en el interior endógeno de un tiempo feliz, hay bailes y posturas, juegos y aullidos, sudor y calores, intercambio de amor y de excitaciones, los libros del buen amor indagan en los pliegues entreabiertos, y se atisban todas las capas de la cebolla. Nada queda sin ver.
En el núcleo duro del amor sincero y descarnado, también naturamente brilla la ternura, y la delicadeza, y el silencio, y la quietud, y las manos diversas entrelazadas, y los descansos, y los síes, y los impulsos de pasión, y las pausas, y las entregas deseosas, y hasta la pizpireta y maravillosa manía que lleva al placer y a la felicidad.
-VIDA Y AMOR-

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