Junio. Tenis. El mejor tenis. El reino de la superficie de tierra arcillosa y roja. El imperio de las aguas de la lluvia, molesta fuertemente a la ciudad del mito parisino. Sí. París. ¡Oui!
Saque. Rafa Nadal es un dios de los músculos que sabe a tenis por los cuatro costados. Cual Ave Fénix, se ha paseado por el gran Roland Garros jugueteando a tumbar por k.o. y sin despeinarse, a todos sus rivales. En la final con Novak Djokovic, -el chacal se Serbia-, el manacorí ha sacado su cabeza de costra de absoluta concentración, ha sabido abstraerse hasta del ruído de las moscas, y ha jugado un tenis de ataque y de ciencia, de bolazo y ángulo, de golpe ganador en la raya. Inapelable.
Volea. Largos pelos al viento con cara de niño. Juego a lo McEnroe, España en la cúspide, campeón irrepetible que gana por séptima vez su Roland Garros mientras su rival pierde los nervios y golpea su raqueta contra su cabeza, maldice, y siente que se está mal y sufriendo frente al titán Nadal. El rey del tenis.
Drive. Rafael Nadal. Irreductible. Pundonoroso, eficaz, elegante y valiente. Acaba de tambalear sin querer en la historia al mito Bjorn Borg, y sigue concentrado como un hechizado que hace poesía de las suyas machacando a sus rivales. Hasta el último y gran Novak.
Ace. Monumental. Andrés Gimeno y Manolo Santana le miran emocionados. Rafa Nadal está devolviendo unas pelotas demasiado increíbles para no ganar. Sí. Rafa gana la idea de la victoria, y su casi eterno rival le mira atónito. Porque Nadal es infranqueable, inabordable, envidiable, magno, magnifique, y hasta mayo y junio juntos en la France. En el mundo, solo le admiran. Desde los cuatro puntos cardinales del mundo en globalización, se le sigue y admira. Desde China a Arizona, desde Estambul a Fresnedillas, o desde Buenos Aires a Monterrey. Toute le monde. ¡Enhorabuena, monsieur Nadal! Triomfant. Triunfador...
Passing shot. Rafa Nadal y de España, ha ganado. Solo él es el tenis. El mejor. El tenista del sexy y del momento. El hombre humilde y modesto que encandila. Quien se emociona y rompe todas las barreras. El que se levanta del suelo, se pone de pie, se pone el dedo en los labios y manda callar a todos. Aquí solo manda Rafa Nadal. Los demás, son menoridad en este elegante negocio. ¡Vive l´espagnol!
Match ball. Lundi. Lunes. Con el gran triunfo en sus brazos de gladiador de oro, Rafa sonríe feliz y emocionado en la gran pista central. Todo lo demás es una atronadora y estruendosa ovación. El atleta feliz ha coronado su montaña mágica, y sale por sus ojos la alegría del goce deseado. Vibra feliz. Rafa, manda en el Garros. Y no se quiere ir. Todos los demás, han de resbalarle. Clímax, cénit, logro, hazaña y placer de felicidad. Nuevo reto logrado. El gran dios del tenis se siente con el trofeo en el jardín de su casa. Extasiado, no se quiere ir de su hogar la pista. Desde lo alto, mira con orgullo y felicidad en dirección a donde le place. Lo merece con creces. Es libre Rafa Nadal. Ha sudado todo para conseguir el éxito más que merecido. ¡Es el mejor!
- LE ROI-
-LA MAGIA DE RAFA-
Etrusco humilde, gladiador de arte físico,
séptimo Garros en tu bolsillo, suavidad,
enérgico, vital, atleta, y rebelde en la magia,
estruendosa victoria final. Que pase el siguiente ...
Nadal, mallorquín, admirable, derecha y revés,
volea y ángulo, concentración profunda de vencedor,
sudor a generosidad, mirada de campeón, dulzura,
romanticismo, saque a doscientos por hora,
ciencia en tus venas deportivas, tu tenis es cielo ...
Junio de París y Roland Garros, todo emoción,
las cámaras del mundo muerden tu cuerpo esculpido,
y muchas mujeres y hombres te suplican amor.
Rafa, uno de los nuestros, amigo en el Globo,
capaz de convencernos de que no puede perder,
titán que haces llorar a los más confiados,
y cuya sonrisa sale a himno de paz y de deporte.
Ejemplo a seguir, ídolo de todas las edades,
admiración mundial, tiempo de sueño irrepetible,
París, el rey de ésto, dos mil doce, historia y alegría.
Manacor, Baleares, España, bandera y humildad,
tierra y músculos, temple en los golpes de tu raqueta,
consistencia y vida, tenacidad de rey de las victorias,
el que no falla, en el que puedes confiar,
me siento profundamente feliz de que estés triunfando,
de que seas el mejor, de que estés ahí donde más te gusta.
-EN EL CENTRO DE TODA LA VICTORIA-
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