Si miramos con plena frialdad el choque entre los dos grandes colosos ibéricos, España es mejor equipo que Portugal, y el fútbol se alegra de que la "Roja" juegue la gran final del Campeonato de Europa de 2012.
El partido fue pura estrategia. Nada vistoso. Solo emoción, estrategia y búsqueda de los flancos vulnerables. Porque Portugal decidió no hacer la gran barrera defensiva a los pies de su área, pero apostó por una asfixiante presión adelantada a la salida de la construcción del juego español.
No había manera. Sin tiempo para pensar. Negredo se dejaba todo en cada lance, pero el gran manjar se cocinaba desde un centro del campo romo pero intenso. Por ambas partes. La lucha en la zona central del campo por llevarse el gato al agua, fue un tema de atletas de fondo testarudos e inamovibles en el pensar. Ni la más mínima concesión al espectáculo.
El encuentro acabó sin goles, y en la prórroga España pudo sentenciar en varias ocasiones y jugó mucho más que Portugal. Es más que justo finalista. Alemania o Italia nos esperan en la gran final.
Porque en la tanda de penaltyes, la diosa fortuna premió de nuevo al campeón europeo y mundial, y aunque España erró en el primer penalty, al final los errores de los portugueses nos dieron la visa para Kiev. ¡Allí estaremos! ¡Viva Súper Casillas! ...
Sensacional partido de un maduro Sergio Ramos, que remató su partidazo al transformar uno de los penaltyes con la sangre fría digna de un enorme jugador, y de paso acalló bocas a quienes le ironizaban alguno de sus errores en el punto fatídico con su equipo del Real Madrid. A guardar silencio ...
Enorme Busquets, e incansable Arbeloa. Jordi Alba se está consagrando como el gran defensa zurdo de nuestra "Roja". Nuevo soberbio partido del valenciano.
Pero en general, y siendo realista, los jugadores están muy cansados y anhelando de nostalgia los goles de Villa. Xavi Hernández y Silva andan muy tocados físicamente, y la creatividad no puede salir. Solo Iniesta lo intenta una y otra vez. El famoso "tiki-taka", parece varado en el olvido. No es un fútbol de enamorar sino de sufrir, de tener la pelota y esperar la confianza en el éxito.
Quizás por todo ello, las victorias de España tienen mayor valor aún del que tienen. Un equipo cansado y sin delanteros, está pudiendo con todos sus rivales. Y la clave no es otra que el plantel sigue siendo buenísimo. No hay que buscarle más. Seguimos siendo grandes.
En las calles y televisiones españolas, duerme ahora la prima de riesgo, los apuros de la banca, los rescates de Bruselas, o el paro. Por los momentos de emoción de la "Roja", logramos desconectar de esa realidad que jode, y nos imaginamos saliendo y ya de todas las crisis. Es muy importante que la alegría de la victoria, sirva para relajar tímida o fugazmente los grandes disgustos. Y, volviendo al fútbol, sigue la mítica de la "Roja". Ya estamos en la final.
- ¡VIVA SAN IKER CASILLAS! -
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