Croacia, ha sido el tercer rival del grupo de clasificación de España. Ha costado mucho ganarles. Un gran pase de Cesc Fábregas a Iniesta, lo apuntilló en las redes el sevillano Jesús Navas. El uno a cero final.
Los croatas siguen fieles a un estilo de juego de esfuerzo y de lucha, de dureza y de fútbol basado en la corpulencia de sus jugadores. Han propuesto un partido pestoso y sin espacios, han tomado un metro y han medido con método todos los espacios. Y nunca cambiaban. Siempre parecen jugar a los mismo. Son técnicos, bastante elegantes, pero su equipo actual tiene escasa calidad.
A España le valía el empate para seguir en el Campeonato de Europa, y se ha dejado llevar por la no urgencia y por no preocuparse demasiado de las cosas. No es que no lo hayan dado todo, pero tampoco parecían dispuestos a sentirse extenuados.
La mejor conclusión que nos deja este partido ordinariote, es que a imagen y semejanza de los grandes equipos campeones, España se ha limitado a hacer lo que tenía que hacer y a salir indemne, victorioso y adelante.
En estos partidos sin brillo, es cuando se ve a los grandes. Hoy se ha sufrido,-aunque no demasiado-, pero es un sufrimiento que vale la pena y que te lleva a la convicción de que un Europeo tiene estas cosas, y que cuando llegan los partidos coñazo, hay que saber soportarlos y finalmente cantar la victoria. España, sin brillar y sin hacer ese juego de magia y fantasía, se ha vuelto a salir con la suya. Aguanta el partido que le echen, pero gana y cumple. Huele a curtido campeón.
Y cuando he visto en ese sufrimiento a Casillas hacer unas paradas descomunales, me han venido a la cabeza otros tiempos equivalentes de fútbol. Los porteros de Italia, como Dino Zoff, o los míticos guardametas alemanes Maier o Khan, o el gran portero brasileño Leao. Sí. Un enorme equipo, necesita siempre un colosal portero. Y un colosal portero que no te falle en los momentos decisivos y claves. Ése, es el madrileño Iker Casillas. Sensacional, felino, imbatible, con unos reflejos asombrosos, y con una casta de campeón poco común. Es el gran complemento, cuando las cosas del juego brillante no están o no se dan.
No fue el día del director Xavi Hernández, y Silva no estuvo especialmente brillante. Torres, volvió a perder activos peleando sin fortuna antes los duros y musculados croatas. Mas la defensa sigue estando incomensurable, e Iniesta sigue haciendo locuras cada vez que tiene el balón. Excelentes perspectivas para el equipo español.
No hubo apenas dudas. España es más equipo que Croacia, y que seguramente todos los que hay aquí. No será fácil no obstante. A nadie se lo será. Todos los grandes candidatos pasarán por adversidades y reveses. Y quien mejor sepa driblarlos, ese será el campeón.
El otro fútbol. El fútbol que nunca encandila, el táctico y el de cartabón, el de la paciencia y el del esperarse, el de la insistencia y del convencimiento que cuenta y más que mucho.
La "Roja", ya goza de los cuartos de final. Nada huele a funeral de derrota. Seguimos en la más absoluta de las confianzas, y los rivales no nos obsesionan como otrora. La puerta del triunfo sigue completamente franca y expedita para los españoles.
-EL SÁBADO, UN NUEVO RIVAL-
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