sábado, 15 de junio de 2013

- LLEGA EL VERANO AL JARDÍN BOTÁNICO -



El sol y el calor han llegado a mi Valencia con todas las consecuencias. Ya está aquí el verano para quedarse entre nostros hasta allá el Septiembre u Octubre.
En el Jardín Botánico de mi cotidianeidad y a donde llevo a mi madre en la silla de ruedas todos los días, se notan esos cambios inevitables en el paso estacional y climático. Se busca la sombra. Los enormes árboles, la dan y con creces. ¡Cuánta belleza hay ahí! ...
Las señoras veteranas que practican su gimnasia de mantenimiento todos los días, buscan lógicamente otros lares y horizontes. Ahora se van del Jardín. Ésta próxima semana harán una ceremonia de confraternización, se despedirán, y retornarán cuando las apreturas veraniegas cedan ante el otoño evidente. Para cuando ya se esté mejor ...
En cambio, para mí y para mi madre no habrán vacaciones. La seguiré llevando al mágico lar, y buscando esa sombra protectora y oportuna. Mis posibilidades económicas, son las que son ...
Estaremos más solos en el Jardín. Es lógico. La gente quiere desconectar y refrescarse. El Jardín Botánico se tomará pausas de sorpresa y actividad, y de nuevo la templanza y la quietud todo lo abrazarán. Será un refugio inesperado de la calle de Quart, allí bien cerquita de las Torres, y con su entrada circular y coqueta que ya relaja.
Ahora solo vendrán turistas. Los habituales, y los procedentes de los cruceros que hace ya algunos meses se ven con frecuencia abordar y conocer las calles de mi Valencia del alma.
Yo, me inventaré mi verano en compañía de las cuidadoras    de    las     viejitas    que   por circunstancias no pueden abandonar la gran urbe. Y no solo me inventaré ese verano, sino que lo haré lo más real posible, y nunca perderé el humor ni la alegría porque me son innatas. Necesito esa alegría porque me necesito a mí. Ya volverán tod@s los que ahora parten ...
Y sobre todo, haré por protegerme a mí mismo de los retos que suponen mi proyecto de superación y crecimiento personales. Porque durante el largo y cálido verano seguiré siendo con responsabilidad el padre de mi madre en senectud, la cuidaré como hago siempre, y en mí tendrá la sombra y el refresco.
Mi verano será duro y apasionante a un tiempo. Estaré solito en la gran ciudad y en mi barrio degradado por los especuladores, pero contaré con mi fuerza y decisión. Empezaré a ser feliz. Porque ahí es donde marcan todas las flechas de todos mis senderos.
Aunque el calor no es mi tiempo favorito y me gusta mucho más el fresco del invierno y de la primavera, nada importará. Seguiré. Avanzaré, creceré, no perderé contacto con mis objetivos, y buscaré en mis escasos tiempos de ocio nuevos horizontes y perspectivas amenas. Yo sé que este verano me atreveré más a las cosas.
Mi confianza se pondrá a prueba durante el período estival. Mi Grupo Coral termina sus actividades a finales de mes, y será un placer y una ilusión el cantar en el concierto fin de curso y ver que he pasado con más que suficiente la prueba del primer año como aspirante amateur a tenor.
Pienso seguir en el Coro, y siempre cantaré. Y contaré, y soñaré, y experimentaré, y reiré, y sabré apreciar el sabor de las cosas menos aparentemente relevantes, y los cantos potentes de los pájaros al alba mágica.
-Y ADMIRARÉ TUS OJOS-

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