Los primeros calores de Junio paren la actual revolución de la belleza y del hedonismo. Ahora ya manda la piel del cuerpo. Ya es libre y se puede lucir. El tiempo de la playa, ha comenzado. Meses de mar.
Los cuerpos han estado tapados y escondidos por toda la ropa de protección invernal. Pero ahora ya es otro tiempo. Ha llegado y para quedarse el desahogo de la manga corta, y hay que proteger solo de los rayos del sol un cuerpo blanquecino que han parido las lluvias y los fríos, y que queremos mutar en morenez y en libertad eternas.
Adiós, ropa que vela y hasta oprime. Patada hacia las perchas de los armarios los abrigos y las prendas que pican y que están densas por la lana y el impermeable. Ha llegado el erotismo del calor. Es tiempo de picardías y audacias, y de prendas escasas que hacen que el cuerpo se vea y hasta que se estire definitivamente camino de la vanidad.
El imperio del cuerpo ya es libre. Ya puedes. Ya se pueden hacer dimitir a los calcetines o a las medias, y tras el examen del esfuerzo del gimnasio y el footing, vamos a pasar la nota de la admiración y del deseo recíprocos.
Los senos femeninos se liberan de sus tabúes y se atreven a mostrarse tal y como son, debajo de las camisas o jerseys. Es el tiempo de marcar y de insinuar que el momento moderno acepta el sexy de la verdad, y entonces la ropa se adapta a una coquetería y a un pacto con la tierna y eterna belleza y atracción. Playas y topless, tangas y traseros firmes que se tuestan al sol ante la expectación de la masculina grey.
Piernas largas, depiladas, torneadas, libres, al aire del calor y de la bonanza climatológicas, tiempos de buscar en las grandes superficies y en las boutiques de moda las novedades más originales y epatantes. Tiempos de cambios y renovación. Tiempos de belleza sin trabas.
Sobra la ropa. Molesta. La piel casi se basta por sí misma para sentirse bien. El calor ha terminado por decantar la balanza. Es el momento de la verdad y de la comodidad. De la gordura de la panza cervecera, o de la mujer veterana con tipazo de modelo top.
Lorzas, dietas, kilos, birras, tirantes y espaldas libres, apariencias, seducciones, ajustes en la ropa suave, pantalones cortos, bermudas, sandalias y vista natural y hasta fetichista de los pies. Nada de trampas. Nos enfrentamos a la gran pose social de nuestro cuerpo, en el núcleo de las amistades y de los compromisos. De nos.
Sudamos la gota gorda si no entra el bikini, o si la talla fetén se ha quedado en la nostalgia perdida. Es el tiempo del trasero y de la bicicleta, del deporte al aire libre, de la natación, y de que nos vean físicamente tal y como somos y estamos.
No caben remedios ni vergüenzas. El mundo se desnuda, y entonces te ven y te etiquetan, y te llaman por teléfono para ligar, o bien hacen cuchicheos y corrillos para decirse que estás hech@ un extraño barril.
Botellines de agua y cintas en el pelo, florecillas de hippie en el estampado preveraniego, y camiseta de la selección que tú quieras. Playa y montaña que brotan desde la líbido de la excursión y del viaje. Tiempo para salir, para desobedecer, para salirse de la norma y para estar a la altura que se nos espera. Es el calor.
-Y TÚ-
2 comentarios:
Asoman timidas las primeras flores.Chirivitas y dientes de leon salpicando el verde aquí y allá. Si te pones chaqueta sobra y si la quitas catarro.Primeros olores en el bosque y quejidos de pituitarias que protestan al polen.Camadas de bulliciosos cachorrilos que ronean y dan saltitos al abrigo de las miradas protectoras de sus madres.El frio del atardecer en ka piel de gallina y kas gotitas de rocio en las hojas de los amaneceres.LA VIDA VUELVE
Desde Bilbo con amor.
Dmilu
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