martes, 18 de junio de 2013

- BÁRCENAS, BÁRCENAS, BÁRCENAS ... -



En medio del silencio sepulcral del Partido Popular y de su Gobierno acerca de las andanzas de su ex tesorero Luís Bárcenas, y de la indignación general, el juez que instruye su caso y le investiga, va descubriendo que es todavía más y más ladrón de lo que pensábamos. Tiene más cuentas de dinero raro en Suiza, y muchos problemas para justificarse.
Se inventa abogados que no existen, y parece un personaje de la novela picaresca, cual "El Lazarillo de Tormes". Y trata de no descomponer su cano pelo con gomina. Es seguramente el gran iceberg B del PP, pero este tipo hay que reconocer que tiene una jeta que espanta. Aterroriza su avaricia y su carencia de escrúpulos.
Afirma sin rubor ser un hombre emprendedor y de negocios, y claro, lógicamente las cosas le han ido bien en esta vida. Dice no ser un superdotado y que se ha movido mucho, y que por eso tiene cerca de cincuenta millones de euros en los bancos. O algo así, vamos ...
Le apodan "Luís el cabrón", le soltó toda una peineta a los medios, a los defensas,   a    los  delanteros, a los españoles, a los de su partido y a todo Cristo, y todos los días es la gran noticia en España. Es el mediático gran corrupto. Un auténtico gran malo y mafioso, que parece pertenecer a una generación sin miramientos ni valores. Un ladrón maleducado y consentido, en medio de la mayor crisis económica de mi país. Como se dice ahora, de la "marca" España. España es récord más que una marca ...
La viva imagen de la corrupción, abraza todo lo ibérico en medio de un panorama general desolador y con descrédito internacional. España se va pareciendo a Sicilia o Miami. Y cuando el Presidente Rajoy va a Valencia, debe marcar una distancia geográfica con las autoridades. Están casi todos metidos en el ajo de la gran mordida. Es un mundo extraño y hasta especial.
Aparte de las exhibiciones de Iniesta o Isco, de fútbol, o del gran Rafa Nadal, la realidad atufa a cabreo y a dolor. A summa precariedad. A tremendo enfado.
Se habla de la palabra hambre. Sí. Los niños pasan hambre en España, las gentes pierden sus casas y deben irse a las Casas de la Caridad, y ser un excluído o indigente empieza a aparecer como un hecho cotidiano y terrible. Desde Franco no vi nada igual ...
En esta España de ruinas de Pompeya y de humo económico de Rajoy, las televisiones y las radios casi ya no saben qué hacer ni qué decir de Bárcenas. Bárcenas, Bárcenas, Bárcenas ...
Ladrón, más ladrón, ladronísimo, icono de la golfería, avaro de la altivez,    chorizo    de  cantimpalo, y todos los epítetos de la sinvergonzonería que se puedan pensar. ¿Qué vamos a decir que no sintamos? ...
A mí me da la impresión que todo esto no forma parte solo de un derrumbe económico, generador de unos desequilibrios enfermizos o letales. Yo creo que a España le pasa otra cosa. Un enorme vacío o carencia que lleva a dejarse la ética en la Babia general.
La corrupción es generalizada. Pocos se libran. Ni los intocables. A la hija del Rey la han visto ahora querer desprenderse de muchos pisos adquiridos. Todo es un desplome moral. Un fracaso educativo. Hay demasiado golfo y sinvergüenza en este país, tan bonito, alegre y hasta entrañable.
El colegio y la educación, han cedido ante el dinero y la posición económica que el mercado propone. Los padres no le han dado importancia a los profesores, ni se han sacrificado por sus hijos. Algo muy grande se rompió. Básico.
Por éso, tanto dolor y tanto Bárcenas. Por éso, tanta decepción y tanta inmoralidad. Y tanta mentira, y tanto individualismo miedoso y bobo. Porque la idea social se ha desechado. Los otros casi no existen. La vértebra de España sigue dolorida y atronchada por la inmoralidad.
¡OH, MR. MONEY!

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