Hombre desnudo y libre, inteligente y sincero, estratega y con afán de adaptación y supervivencia. Para la libertad.
Placer azul, espacio abierto, sonrisa franca al viento, camino constante poblado de alegría, y sensación de que no andas solo en el mundo. Desde la libertad.
Diversidad y respeto, profunda respiración reflexiva, avance hacia el sano progreso y capacidad paulatina de autogestión. Belleza en las nubes, potencialidad permanente de asombro, ganas de hacer, optimista como bandera, el color elegido, el traje personal, la identidad evidente y orgullosa, y el respeto a los que no tienen por qué pensar como uno. Para la libertad.
Poetas bohemios y herejes, exhuberancia de modos y costumbres, culturas y enfoques con otros acentos, altos y bajos, aborrecer la palabra extranjero, dar pastel de manzana a un niño aburrido e infeliz, ayudar en un comedor social, pasear por el mejor jardín del mundo, viajar con destino a nuestro yoga personal, patear la playa de la imaginación, y poder señalar valientemente con el dedo y la palabra a quien causa mal social y de todos. Desde la libertad.
Educación y sanidad, respeto mutuo en consenso, aceptación, entender la vida como un excelente y único juego positivo, gamberrear con buen corazón y simpatía por los mares y sonrisas de los demás, ceder el paso a una viejita, apartarse cuando llega un invidente para darle preferencia a la humana fragilidad, y ponerle mueca al robot de hierro que nos dice que viene a salvarnos y que solo empero viene a sustraernos los dineros. Bendita y deseable rebeldía, y revolución en la sensatez. Poco egoísmo y mucha comprensión y solidaridad. Para la libertad.
Colores bellos, mujeres bonitas, canciones expresivas, respeto summo al artista y creador, obediencia a los padres, reticencia a los odios y a las manías, atreverse a tomarse un café con un feo, o a redactar un informe de sinceridad con un negro de Malí. Universo unido y plural. Cercanía en la distancia. Desde la libertad.
Duerme, descansa, canta, relaja, expresa tus sentimientos, no te mientas a tí mismo, huele el aroma de una planta de paz, disfruta del afecto y compañía de quienes de verdad te quieren, agáchate y observa la astucia de las hormigas haciendo subterráneas y acertadas estrategias de vitalidad, sube las montañas y trata inútilmente de pensar en guerra alguna. Es imposible justificar una muerte o un odio. Nada eficaz ni adecuado. Para la libertad.
Y desde tu libertad haz el amor, ríe con tu sueño, danza sobre las barreras derrotadas, mófate de los santurrones intocables, no creas en los seres perfectos, ni en el pensamiento único, y nunca permitas que un sermón te coma el tarro, o que las pasiones cieguen en demasía tu mirada libre. Tus ojos son tuyos y para tí, igual que tu sexualidad y tu amor. El mundo está demasiado hermoso para hacerlo inútil y destructible, de tí depende que los cambios nocivos recuperen el brote de la esperanza, nadie te puede parar, nadie te debe afear una conducta responsable y coherente, trata de ser librepensador y nunca te obsesiones con ningún escrito. Incluído éste.
-PARA QUE TU LIBERTAD VIVA FELIZ-
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