EL MAGO: ¿Sabes, Estrella? Para mí es un lujo que hayas tenido a bien el charlar unos minutejos conmigo...
UNA ESTRELLA: Es para mí igualmente un gusto el hacerlo, Mago...
EL MAGO: ¡Oh, Estrella! Me encanta cómo brillas en la noche. Con el firmamento lleno de gente como tú, y todas esas cosas que son tan hermosas de ver cuando ya no es el día...
U. E. : Éso es, porque te encanta la belleza. Y porque eres reflexivo, Mago. Hay gente que bien raramente mira al horizonte...
EL MAGO: Cierto, Estrella. Y, ¿por qué crees que los humanos no pensamos demasiado ni reflexionamos como apuntas recién?, ¿qué impresión tienes?...
UNA ESTRELLA: La primera impresión, es que eres un preguntón infatigable, Mago, je, je, je. Sí. Tienes razón. Es más cómodo para vosotros no pensar demasiado. Preferís vivir al día, y sin fijaros demasiado en las cosas. No sóis amigos de seriedades excesivas o de preocupaciones, amigo Mago...
EL MAGO: ¿Y tu brillo?, ¿el famoso fulgor?, ¿qué es todo éso, amiga Estrella?...
U. E. : A veces, hay efectos ópticos que engañan. Y haces de luz, que deslumbran y desnortan. Como las estrellas fugaces, Mago...
EL MAGO: Bien traído. ¡Las estrellas fugaces! Seguro que solo son un mito breve. Desaparecen en seguida. Pero a la gente, le atraen mucho...
UNA ESTRELLA: Mira, Mago. Las grandes y verdaderas estrellas son las que perduran durante bien largo tiempo. Como esas figuras del deporte y de las artes, las cuales están todo el tiempo y sin declives, mostrando su eficacia y calidad auténticas. Todo lo demás, son aspirantes a estrellas. Mediocridades, Mago, mediocridades...
EL MAGO: Pienso, que tiene que ser duro para una estrella ser una mediocridad, ¿verdad?...
U. E. : Lo que se trata, es de una solemne incoherencia. Duro o no duro, uno debe saber su auténtica verdad y hallar el rumbo en donde empiezan sus límites. ¡No se puede ser Dios, Mago!...
EL MAGO: Pero, no te enfades, Estrella. Solo estamos charlando, No es para ponerse así, ¿no crees? ¡Tienes mucho genio!...
UNA ESTRELLA: Je, je, je, Mago. Eres muy sensible, observo. Lo que me sucede es que estoy llena de energía. Siempre estoy llena de luz. Yo soy la vida, amigo...
EL MAGO: O sea, que sin tí, no existiríamos. Cierto es, Estrella...
U. E. : Así es, Mago. Sin un sol, una Vía Láctea, u otras galaxias, nada podría haber. Por eso estoy llena de fuego, calor y luz. Para daros el estímulo vital que precisáis.
EL MAGO: En todos los sitios deberían erigirse monumentos alusorios a las estrellas. Al menos eso pienso yo...
UNA ESTRELLA: Je, je, je. ¡Qué imaginativo eres, Mago! La gente sabe reconocer nuestro valor. En las banderas de muchos países, estamos. En las heroicidades de los militares y grandes hombres, también. E incluso, en las camisetas de los campeones de fútbol, je, je, je...
EL MAGO: ¿Crees en el azar?, ¿en la buena estrella?, ¿qué piensas?...
U. E. : Sí. Totalmente. Creo que hay gentes que tienen mucha suerte, y que otros, por todo lo contrario, atraviesan unas dificultades que semejan una extraña maldición. Hay gente que sufre accidentes, sí, Mago. Ahí hay mucho misterio...
EL MAGO: Por cierto, que yo tengo una gran amiga a la que quiero mucho, y que se llama como tú: Estrella. Y seguro que ella nos está leyendo...
UNA ESTRELLA: Seguro, Mago. Y, además, cuando nos lea, una sonrisa realzará su semblante...
EL MAGO: Oye, Estrella. Que aquí, el único Mago que hay soy yo, ¿vale? Je, je, je...
U. E. : Tú lo que eres es un vanidoso, Mago. Seguro que yo tengo más magia que tú. Ja, ja, ja, ja...
EL MAGO: Es muy posible. Veamos, Estrella, y, ¿tanto brillo, a tí no te hace estar subida siempre a un orgulloso pedestal, amiga? A ver qué me tienes que decir...
UNA ESTRELLA: He de decirte que eres un olvidadizo, Mago. Yo no soy solo una actriz de esas de Hollywood, o un as de la belleza, la ciencia o el deporte. No. Yo soy la energía y el corazón de todo lo vivo. Yo, enciendo vuestra mecha del vivir, ¿ok, Mago? ...
EL MAGO: Tienes razón, Estrella. Y estoy pensando que también las poderosas estrellas, estallan y mueren...
U. E . : ¡Ah, por supuesto! Pero todo lo anterior valió la pena. Toda la vida que damos, vale la pena con creces. Y cuando morimos, nacen y surgen de inmediato nuevas estrellas. Ésto, nunca se detiene, Como el Universo en dinámica, Mago...
EL MAGO: Me voy a ir a un sitio recogido, y allí pensaré en las cosas tan importantes que me has dicho, Estrella. Ando ahora como deslumbrado, ¿me perdonas?...
UNA ESTRELLA: Lo que estás, es lleno de vida, Mago. Y tienes buena luz en el corazón. Que para éso, soy Estrella. ¡Suerte con tu vida, y adelante, Mago!
EL MAGO: ¡Siempre gracias a tí, Estrella! Y voy a ver si me pongo unas gafas de sol. Las necesito. ¡Fue un placer!
UNA ESTRELLA: Lo mismo, Mago, lo mismo . ¡¡ Ciao !!
-BESOS-
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