jueves, 24 de marzo de 2011

- MI RECUERDO DE "CLEOPATRA" -

Sí, amig@s. Liz Taylor se nos ha ido. Acaba de fallecer. Y en mi evocación personal, he sentido una vez más algo extraño. Sí. Liz Taylor, y tantas actrices y actores de aquel Hollywood dorado, el cual hoy ya no existe.
En efecto, el cine es hoy otra cosa. Aquel cine mágico, se ha muerto por cambio social y económico. Antes, ir al cine era algo de envergadura, y hoy es una cierta molestia que sirve para comer unas palomitas con las que te sacan el dinero.
Los ojos de Liz Taylor. ¡Vaya ojos! Increíble. Una auténtica bomba, maravillosa y femenina. La última Reina de aquel Hollywood.
Los grandes mitos eternos, son devorados por el desmemoriado Cronos. Liz Taylor y Natalie Wood, fueron mis novias. Y, Angie Dickinson, y Jenninfer Jones, y tantas y tantas hembras de postín... ¡Oh, Sofía Loren, Ava Gardner, Cid Charisse! Seguiría, siempre.
Y, la gran "Cleopatra". La última gran reina de aquel cine. Liz, o Elizabeth Taylor. Aquella mujer, te daba el miedo de la libertad y del desconcierto. Como Zsa Zsa Gabor.
A aquella fantástica y temperamental Liz, le gustaba una cosa por encima de todo, y era el vivir. Porque cuando actuaba, era vida. Vitalidad, potencia, mando, mujerío, belleza, distinción, y caña a tope. Sí. La diva era cañera. Pionera y mágica.
A Liz Taylor le gustaban los hombres. Y no se andaba con historias. A lo grande. Y en los años cincuenta y sesenta, no era fácil ser una mujer sexualmente libre e indomable como ella fué. Salvaje, y a la vez, delicada. Nunca perdió el orgullo, ni la finura, ni la distinción, a pesar de sus mediáticas resacas. Por eso fue grande. La mejor de su época. La de más personalidad.
Era capaz de liarla parda y de chocarse brutalmente con su amor Richard Burton, pero también era capaz de compadecerse por aquel juguete roto y genial que fue Michael Jackson. Porque ella también era una "genia".
Sí. Vivir. Liz Taylor lo rompió todo. Vanguardista y sin tapujos. A muerte. La Taylor te pegaba una mirada suya y te dejaba desconcertado. O se plantaba un bikinazo, y te hacía soñar.
"Cleopatra", dominó el mundo de la farándula con la fuerza y la elegancia de un peso pesado del boxeo. Y fué una actriz extraordinaria, maravillosa, desgarradora, dulce, bonita, y con todos sus registros de actriz y de mujer a borbotones.
No. Liz nunca podía dejar indiferente a nadie. Liz era una fiera indomable, vestida con el estilo refinado de su Inglaterra infante. Americana eterna ya de mujer, y universal como el propio cine de Hollywood yankee.
Los ojos, y las juergas de Liz. La vitalidad de una actriz hercúlea y especial. Suavidad y rima en los labios de su belleza. Lo siento, Liz, pero siempre me ecandilaste. Y no pienso pedir perdón por ello.
- ¡DESCANSA EN PAZ, "CLEOPATRA"! -

0 comentarios:

Publicar un comentario