miércoles, 30 de marzo de 2011

- EL ABERTZALISMO Y LAS LEYES -

Bien. Los jueces han decidido ilegalizar la formación vasca abertzale SORTU, y aunque la decisión será recurrida, no parece tener futuro de legalidad. Ahora, anuncian otro grupo de su estilo llamado BILDU o algo así, y la posibilidad de aspirar a las urnas introduciéndose en otros partidos cercanos, afines o posibles.
Me preocupan muchas cosas en este punto. Me preocupa que ese tesoro que es el progresivo proceso de paz, pueda encontrar más escollos en el camino. Tengo un deseo: que antes, mucho antes de que me haga viejo, todo el mundo en el País Vasco haya optado finalmente por la opción de las urnas y de la no violencia. Y que ETA sea solo un terrible y doloroso pasado...¿lo veré?
Los jueces ilegalizan a quienes creen que deben ilegalizar. Pero, ilegalizar unas ideas democráticas abertzales, lo único que significa es que muchos jueces no creen que ETA y sus simpatizantes se hayan arrepentido realmente. Esa es la clave de lo que pasa. Los jueces no pueden creer a los que han matado y causado dolor, durante décadas y décadas. Es humano. Pero ahí se produce el parón.
Craso error. En mi opinión, la pacificación o desaparición definitiva de la violencia en Euzkadi, pasa por avanzar, por tener fe, por creerles, y por pasar página. Sin menoscabo, naturalmente, de que quien haya matado o herido, lo paguen legalmente.
Veo más cosas aquí. El PP. La oposición no ayuda a hacer un frente común para sumarse a la idea del arrepentimiento de los abertzales. No solo no cree en los gestos de los etarras o ya ex etarras, sino que hace un uso electoral de la coyuntura. Llevados por el odio, la vendetta, el resentimiento y el deseo voraz de restarle votos al partido socialista, el partido que dirige Rajoy anda en discusiones sobre traiciones, derrotas, faisanes, negociaciones ilegales, y mil historias que solo ayudan a atorar y obstruír el proceso de una gran esperanza de futuro. ¡La Paz!
Porque, lo que se dice negociar con ETA, lo han hecho todos los presidentes, incluído José María Aznar. Cuando hay un conflicto larvado de raíz ideológica, es obligación de quien ostenta el poder, el intentar pactos y acercamientos, para evitar de este modo que los ciudadanos sufran daños, o los menos daños posibles. Es su obligación y va en su sueldo.
Se dicen muchas cosas que no deberían decirse. Se filtran demasiados elementos de bronca. Y el periodismo debería tener una mayor responsabilidad. El tema del abertzalismo no debería sacarse para darse hostias entre los grandes partidos nacionales españoles.
Todo debería ser más frío y estratégico. La idea de fondo nunca variará: hay gentes que no se sienten españolas. Y a su vez, están por fin e históricamente dispuestas a someterse al soberano juicio de las urnas, y anuncian que renuncian a la violencia. Me gustaría que se les diese una oportunidad. Que, se les dejase presentarse a las elecciones. Necesito soñar con la pacificación definitiva en una parte tan bonita de mi país.
No rompáis o demoréis ese sueño. Sed frí@s, confiad, apostad por la reflexionada rectificación; dadles el beneficio de la duda. ¡Avancemos!
-SOLO ES MI ESPERANZA-

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