domingo, 13 de marzo de 2011

- EL DECLIVE DE BAMBIE -

Yo, le veo como vencido. Desmoronado. Como si ya ni él mismo tuviese la contundencia de la convicción. Sí. Zapatero parece caminar sobre sus últimos días en la política. Sus ojeras, le delatan. El gran ZP, parece haberse hecho mayor muy de repente. Demasiado de repente.
Aquel rutilante Bambie en el que pocos confiaban, logró asombrar a todos, mientras ganaba y ganaba las elecciones. José Luís Rodríguez Zapatero, era granítico. De hierro sutil. Y con un "talante" que te dejaba en la lona, como aquellos inesperados y mágicos golpes del gran Cassius Clay.
Zapatero ha sido un excelente presidente del gobierno de España, y un hombre bueno. Ha apostado por los jóvenes, por las mujeres, ha mirado por las políticas sociales, y ha sabido ser un zen con los poderosos de siempre y que son los que deciden en última instancia.
Todo marchaba sobre ruedas. Su talante era ilusionante y alegre, como su mirada azul. Pero, un día, la cosa comenzó a joderse. Los desastres de los financieros, banqueros, y todos aquellos que suelen utilizar el dinero casi como en un casino juguetón, generaron el gran impacto mundial por el que ahora transitamos descontentos, enfadados, en el paro, con la sensación de que Zapatero nos ha fallado, y siendo torturado en esas tertulias prolíficas y erosionadoras.
Sí. A Zapatero le han machacado. Y como decía el periodista Iñaki Gabilondo: "Zapatero ha confiado demasiado en sus propios recursos, y éso le ha vencido..."
Ahora, Zapatero parece una sombra política , al lado de aquel muchacho leonés que imantaba alegrías y entusiasmos. Sí. Se le ve a punto de abdicar del trono, y de dárselo seguramente a Pérez Rubalcaba. Y es mejor que sea así. Quien está cansado, debe tomar un sillón y dejarlo ya.
Este hombre necesita olvidarse de su estrés cotidiano, y pensar que cuando aparece en la tele, nos hace preocuparnos. No irradia serenidad ni confianza. Lo que trasmite es desazón y nulo convencimiento. Y ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras. En política, más que nunca, hay que poner cara de ilusionador. De mago.
En mi opinión, Zapatero ya ha dado todo lo que tenía en el zurrón. Le veo desfondado. Carente de pegada. Romo y lento. Dubitativo, como midiendo demasiado lo que va a decir, e incluso como si estuviera deseando dejarlo y que le permitan retomarse a sí mismo. Así le veo yo.
En las tertulias afines al PP, le arrean por todos los sitios al verle en las cuerdas. En las tertulias de periodistas de la pandereta,- en la que se reúnen los amigos de los del dinero y la tradición-, le azotan con objetos cortantes. Le dicen de todo, menos bonito. Le insultan y se ceban con él. Y es que, quizás y en el fondo, temen en última instancia que el otrora Bambie se revuelva y torne a mirar y a mirarse con su elegante fuerza hipnótica.
-PERO ESTÁ MUY CANSADO-

2 comentarios:

¿Bambie?

¿Qué significa?

Bambie, es el apelativo con el que se le llamó a Zapatero por su carácter sincero, dialogante y angelical.
Está sacado del cuento Peter Pan y Bambie.

Gracias, anónimo!

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