miércoles, 8 de mayo de 2013

- TENGO MI CONVICCIÓN -



Hola, soy Lucía. Tengo quince años y mi familia tiene dinero. Bastante. De modo que no es por eso por lo que lo voy a hacer. No. Veréis. El otro día me hice una prueba y salió que estaba embarazada. Sí. Embarazada. Como suena. De más de un mes no debo de estar. Debió ser en la fiesta de Luis. Allí todos los amigos bebimos más de la cuenta, perdimos la cabeza, y nos quitamos la ropa. Como Luis tiene piscina en su chalet, allá que nos lanzamos todos a hacer locuras. En piel y con riesgos.
Y cada oveja, se estuvo con su pareja. Y Luis estuvo conmigo. Se lo dije ayer lo del embarazo y se quedó pálido. Ni él se había puesto el preservativo mientras hacíamos el amor, ni yo me había tomado la pastilla anti baby. Pero yo le dije que no se preocupara, porque lo iba  a solucionar. Y Luis se ha tranquilizado.
Yo no soy siquiera una joven. Todavía soy una aspirante a joven con cara de adolescente y muchas ganas de ser princesa. Pero princesa de pies en el suelo. Y sobre todo, que no quiere que nadie sufra.
La he cagado. Soy consciente. He sido una irresponsable. Pero tengo derecho a equivocarme para poder corregirme. ¿Cómo demonios voy yo a plantearme una cosa tan seria como la maternidad? No toca. Ahora lo que me toca es crecer como chica para llegar a ser mujer. Ahora lo que tengo que hacer es ser menos descuidada e irresponsable, y nunca dejar de tomarme la pastilla del día después. Y decirle a Luis, que todo con condón. ¡Siempre con condón!
¿Madre, yo? Ni hablar. Yo no puedo ser madre. De hecho, ¿qué es y significa ser mamá?, ¿solo parir? Nada de éso. Para ser madre tengo que querer ser madre. Para dar amor y cariño, tengo que desear cuál es el mejor momento de mi vida para poder dar protección y amor a un bebé. De modo que ahora, no.
Estoy estudiando, no soy nada aún en la vida, me gustaría tener una carrera cuando sea mayor, y ahora quiero centrarme en mis clases en el Instituto, y en socializarme con mi pandilla de amigas y amigos, y con Luis. Y viajar, y hacer deporte, y descubrir mil cosas, y ver la luz del mundo sobre mí, y estar tranquila, y que ésto no me afecte demasiado al coco. No solo no estoy preparada para parir, sino que mentalmente no soy una mujer plenamente. No es mi etapa. Y eso que os aseguro que me encantan los niños. Soy muy niñera y me fijo mucho. Ser madre es durísimo. Los críos dan un trabajo grande y merecen una atención casi permanente. Por eso voy a abortar. Lo más pronto que pueda.
No quiero dolor ni dar dolor a nadie. ¿Qué haría yo si me dejara llevar por la irresponsabilidad y pariera? Ni lo quiero pensar. Seguramente se lo endosaría a mi madre. Mi madre debería ser la madre real de mi bebé. Y, a éso, no hay derecho. Yo he de aprender a resolver mis propios problemas y no esperar a que caiga el maná del cielo y todo resuelto y mágico.
Esa es mi convicción. Ya sé que cada caso es personal e intransferible, pero yo creo que los niños no deben tener madres de quince años o cosas así. Los niños deben tener madres más mayores y más reales. Y, sobre todo, madren que deseen serlo. Porque solo así podrán hacer felices a sus nenes.
Yo, no podría hacerle feliz. Y como ni quiero hacer sufrir ni hacerme sufrir a mí misma, interrumpiré mi embarazo. Y que nadie crea que no duele ésto. Es muy grave que me haya quedado preñada. Es un fallo brutal. He sido una niña más que irresponsable. Y voy a intentar que este fallo nunca me vuelva a pasar.
Quiero a Luis y tendré sexo con él. ¿Por qué no iba a tener sexo con el chico que me gusta? Pero la maternidad es una cosa bien diferente. Y yo no debo desde mi realidad y mi libertad dar ese paso. No estoy a favor de quien aborta ni de quien deja de abortar. Cada chica y cada mujer debe decidir por sí misma. Pero yo, también.
He leído esas estadísticas que hay de abortos todos los años, y realmente considero que es un tema muy serio y grave. Somos todos muy descuidados a la hora de practicar el sexo. Nos dejamos llevar por los calentones, y no tomamos medidas preventivas. Yo, soy un ejemplo. Lo he hecho mal. Pero nunca consentiré que mi vida quede marcada y amargada por siempre.
-MUCHOS BESOS PARA TODOS-

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