Oliver. Un niño huérfano y natural. Inaudito. ¿Un pobre e inocente desgraciado de pueblo menor, y se quiere ir a la sacrosanta e imperial urbe de Londres y su Imperio?, ¿qué le pasa a este boy?, ¿está loco o es libre? ...
Dignidad y naturalidad. Twist. Oliver Twist. Cuento mágico del gran Charles Dickens. Ideal para leerlo cuando nos dé la gana incluídas las Navidades, que hay más tiempo.
Sigo. Oliver Twist. El niño desdichado y sin aparente futuro, logra llegar a London. Su inocencia es excesiva. Un bastardo, con mirada digna y limpia. Leal. Valores humanos en todas las clases sociales. ¿Qué son las clases sociales en materia de sentimientos eternos y universales? Que cada quien, decida.
La libertad y la valentía. El azar del afecto. Porque el pequeño Oliver parece caminar por un rumbo extraño y desfavorecedor. En Londres, es secuestrado por una banda de bribones que esclavizan a los niños sin afecto ni recursos. Mas Oliver Twist, es especial.
Cuando le engañan y acaban llevándole al grupo cerrado de los niños no libres, entonces y dentro de su tristeza, descubre la risa y la alegría. Un hombre viejo, ladrón y con barba, tiene la extraña ternura de jugar con otros chicos. Y Oliver, no puede evitar divertirse. Es un niño. Sus ojos son limpios e inocentes. Y un tipo que hace reír a un niño, merece la lealtad de la recompensa.
No. Oliver no quiere pasarse el resto de su vida siendo un dependiente de extraños facinerosos. No tiene miedo, y no se mueve por los ambiciosos impulsos del dinero o de la seguridad. No. Su seguridad es sentirse bien con gente y sentimientos reales.
Oliver teme a la cuerda que estrangula a los niños que son excluídos por las terribles y nada piadosas leyes. Los niños pobres, nunca parecen contar. Pero hay más sogas, y más regalos dulces y hasta inesperados. Más empresas en su vida, y mil verdades y matices complejos en todos los demás. En los buenos, en los malos, y en todo contexto social. Buena óptica.
La ternura y el encanto de Oliver, alcanzan a la joven Nancy. La chica se conmueve, y se produce la gran transgresión. Se rebela. Ha captado la fuerza del cariño en medio de la caverna de los desheredados. Puro amor y compasión, en el desierto donde las leyes son demasiado desenfocadas por una extraña niebla.
Nancy, decide liberar a Twist, y saltándose a todo lo establecido, le dice a la rica familia adpotiva-, que ha logrado la ternura del muchacho aparentemente frágil e indefenso-, en dónde se halla de nuevo retenido el menor.
Sikes, el malvado canalla del perro, se entera y mata a golpes a la compasiva prostituta Nancy. Ya se ha liado. Hay sangre, secuestro y hasta lentitud de las acciones de la Justicia. El bueno de Oliver Twist se salva de la muerte y de la venganza del malo Sikes, bien in extremis, y por los pelos. Por un accidente favorable de la cuerda de la vida. Como la pureza del niño y de su dignidad. Como su ejemplo de los ojos expresivos.
Más valores en el gran Charles Dickens y en su libro. Porque Oliver Twist es leal, y le da pena que el viejo bribón que le secuestró pero le hizo también reír, esté en prisión. Sus nuevos y buenos valedores, comprenden que esté afligido. Y en medio de la noche, satisfacen el deseo del inefable Oliver. Quiere ver a aquel anciano.
Se acerca al viejo y feo abuelo jorobado que le hizo reír, y le agradece su bondad y su confianza. Quiere decirle ese beso eterno de la gratitud y de la comprensión. El amor es así de fou. Es una cadena inesperada y pura. Como todos los personajes de la eterna novela.
- ¿LE ECHÁIS UN VISTAZO? -
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