Tiempos tímidos que quieren asomar siendo políticos. En una suerte de dictadura de los Mercados, los cuales parecen querer amenazar a las realidades autonómicas, hemos tenido una noche un tanto sarcástica en donde los partidos de la derrota parecen querer inventarse y huír hacia universos de evasión. Ya no parece tan importante quién gane, en tanto que basta una decisión de Merkel o del Bundesbunk, para que todo se vuelva plúmbeo o inexacto.
Elecciones de Galicia. Triunfo tan absoluto del PP de Núñez Feijoo, que hace ver que el desencanto poblacional está ahí. La gente no ha ido a votar. Y cuando no hay ilusión, sigue la inercia del poder mayoritario de Madrid y del también gallego Rajoy, cae destrozado el Partido Socialista de Pachi Vázquez, y se cuestiona fuertemente al inoperante desde la oposición Alfredo Pérez Rubalcaba. El cabreo general no se anda con chiquitas. Hasta el nacionalista Bloque pierde fuerza local, y solo Beiras de la Izquierda Unida gallega y de AGE se constituye en claro vencedor de los opositores a las actuales reglas del juego económicas que asfixian. Triunfo real del PP en Galicia, y moral de Xosé Manuel Beiras y su izquierda real e indignada de la calle. Dos abismos en acción, tras una noche más que previsible por esperada.
Euzkadi. Otra cosa. En el País Vasco ha barrido el abertzalismo. También podía ser previsible el triunfo del PNV de Íñigo Urkullu en el contexto del desastre económico general. Esta misma circunstancia, tiraba a Patxi López y a Basagoiti, españolistas, de empujón a no se sabe dónde. Incluída la Izquierda Unida o Ezquer Batua de allí. Sí. En tiempos de paro, y recortes, y falta de dinero, se imponen los sueños. Bildu es el gran ganador. La idea de un nuevo tiempo separatista, y de una nueva esperanza. Hay que idear salidas, incluso más allá de la substancia política.
En definitiva, los vasquistas partidos han arrasado dejando en su estela la idea de un necesario tiempo distinto que quizás sea mejor que éste. Lo mejor, es soñar. Quizás Cataluña tome nota ...
En el balance general, hay summa tristeza, incluso para los ganadores de las elecciones en todos los sitios. Beiras, Bildu, o castigos desde el cabreo y la necesidad de la separación casi como terapia.
En esta noche gallega y vasca, hay mucha sonrisa tímida. Mucha contención y poca euforia. Rubalcaba sigue castigado por el olor a Zapatero, y a Rajoy le votan por joder a otros. A Bildu y a Urkuyu también le vota un pueblo que no se considera español en su inmensa mayoría, y pasa del condicionamiento de las penurias económicas generales. Si se ha de pasar mal, que sea con los suyos y no con los de Madrid. O, algo así ...
En Galicia ni tan siquiera se plantean escenarios de evasión. Galicia, ha sido pura y dura. No han ido a votar, y que se fastidien. Todo es cabreo contenido con olor a votos, a democracia y hasta a identidad. Si el voto es un arma de ciudadanía y no nos creemos a quienes nos representan, todo será un acontecimiento menor. Ahora la democracia de verdad está más en las calles que en los Parlamentos.
Urkuyu no ha destacado la independencia vasca, y ha optado por el pragmatismo. Se posiciona ante su verdadero rival que es el ex etarrrismo de Bildu. Mejor siempre los votos que las balas. Nunca la vuelta atrás.
- A MAL TIEMPO, BUENA CARA -
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