Llegan los fríos otoñales. Una casa, un techo, un básico refugio, unos recuerdos, unas raíces y una inocencia. Una humanidad, una piedad, una compasión, un derecho constitucional, y una necesidad básica. Artículo catorce de la Ley de Leyes.
De la intemperie a una choza, de la choza a la cabaña, de la cabaña a una chabola, y de la chabola a una modesta vivienda. ¿A la inversa evolutiva es el progreso? ...
Desesperación en España. La gente se lanza desde las ventanas. El kioskero Domingo, más que desesperado, se mató al saberse deshauciado por impago. El bueno de Domingo, no podía pagar. ¿Culpa, de? ...
El dinero disperso y traviesón. La injusticia en su reparto, los ricos y los pobres, los bancos y los Estados, los privilegiados y los excluídos, todo un abismo que se vislumbra incluso desde la ceguera diez.
Sensibilidad, hacerse cargo, hacer apoyos y grupos para no morir o sucumbir. España no es éso. España no es un timo ni una estafa. No. España es bonita y social, acogedora, hospitalaria, sensible y real. Nuestro país es lógico, obediente y pacífico.
Cuando no puedes pagar el alquiler, entonces el Banco se queda tu piso y lo dejan varado en la nada de la estupidez.
Más de quinientos deshaucios firmados por la mano de un juez al día. Llega la policía, y se monta el lógico gran pollo. La rebelión en las calles y para todas las edades. El Mundo debe saberlo. A los españoles les están haciendo demasiado daño, y estupefactos, se preguntan en qué lugar está la justicia y la compasión. ¿A quién mirar?, ¿a quién gritar?, ¿a todos?, ¿a más todos todavía?, ¿quedarse afónicos por tanto malestar e impotencia interior? ... Hay que tirar de familia y de grupo de acogida. Hay que organizarse, y decir bien alto que, ¡NO!
Siete jueces. Siete. Pocos, pero maravillosa noticia. Hay jueces que se conmueven ante las leyes profundamente inhumanas, y le mandan a su Órgano Supremo una misiva: "Hemos de intentar hacer cosas para paliar ésto"...
Afortunadamente, los siete jueces han sembrado humanidad y debate jurídico. La dación en pago, tratar de introducir elementos de demora de ejecución ante situaciones de tanta excepcionalidad, intentar que la codicia y la mala baba de los bancos se frene, y entre todos los Poderes del Estado hacer que vuelva la sensatez a un país maravilloso y entrañable como el nuestro. ¡Stop a los deshaucios!
Consensos, debates, ideas, manifestaciones, a todos nos puede pasar que nos tiren a la calle, nadie se libra de los vaivenes de la gran depresión europea y mundial, y el que diga que a él estas cosas nunca le podrán afectar no sabe lo que dice. O no lo quiere saber ...
Como el no crecimiento y el nulo empleo, y tantos y tantos recortes sociales. Pocos lo entienden. Yo creo que no lo entiende ni el Presidente Rajoy. Me temo que este hombre es una nulidad. Y éste último aserto le van entendiendo much@s.
Frío. Hace frío en España. Y lluvia, muha lluvia, y cae la tarde y la noche, y llega el otoño de las depresiones y el invierno de los fríos de los cartones congelados al amanecer. Hay que salvar vidas. Hay que mover la entraña, la compasión, la sangre y la sensibilidad. Hemos de protegernos todos a todos. Es la mejor manera de abrigar a un país maravilloso, creativo y tierno.
-ESPAÑA-
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