Es una de las nuevas caras familiares de la televisión española, que se une a las de los presentadores clásicos y habituales. La cadena "La Sexta", es su casa. Desde sus programas "Al rojo vivo" y "La Sexta Columna", Antonio muestra un periodismo de debate y de hurgar en la rabiosa actualidad social tan convulsa y desesperada.
Con su cara de buenazo y ojos de picaruelo, Antonio no desea perder el contacto auténtico y cercano con la carne social de las clases medias y bajas, las cuales constituyen en gran parte el sentido de lo estatal y de lo aglutinador.
Antonio García Ferreras hace conexión en directo para que veamos una España que sale a la calle a protestar, que desea rodear el Congreso de los Diputados, que recibe porrazos tremendos por parte de policías nerviosos, o que sencillamente le dice que no a Mariano Rajoy y que no traga así como así.
García Ferreras trata de que en sus debates haya calor y hasta acaloramiento. Quiere que se impliquen y que digan sus tertulianos todo lo que deseen. Que haya vida y calle en su plató, que no pase desapercibido el dolor y la realidad, busca las causas de las cosas que nos han llevado a la situación actual, y hace con ello una buena apuesta periodística para que nada clave pase desapercibido o de puntillas sobre algo que somos nosotros. Personas, y con derechos.
Por las tertulias y los reportajes de Ferreras, pasa la imagen y el verbo como un golpe de reflexión que haga pensar. Sí. Ferreras es un indignado que tiene un micro, una tele y una voz, y con una sonrisa te lo indica con el dedo.
Bancos, "prima de riesgo", Neptuno, el 25-S, el 15-M, Rajoy, Rubalcaba, Cataluña, los porrazos policiales, el desgarro de los deshauciados, la reflexión animada y viva sobre lo que nos está pasando, y un amor por el periodismo realmente destacable.
Ferreras, es el periodista revelación y de actualidad de la tele. Es tenaz, onmipresente y combativo, y la izquierda española del paro y de la zozobra tiene en él a un gran referente. Sí. Este periodista de la tele, quiere decirle a sus compatriotas y al mundo, que no se conformen y que salgan a la calle si es así que lo desean. Que no se queden en casa, que se hagan oír, y que no se dejen vencer por el miedo.
Así, a la heróica casi, Antonio G. Ferreras defiende la dignidad del periodismo de actualidad y del compromiso, y acepta los retos. No se rinde, y por todo lo contrario parecen atraerle las situaciones límites que por supuesto han de ser abordadas.
Desde luego, los ciudadanos tenemos en Ferreras a todo un referente que no nos falla y que está a todas. Se moja el culo, y manda a sus periodistas y se manda a sí mismo a la lucha cotidiana y de las ideas. Ferreras quiere la tele viva y en directo, y le apasiona la idea y el respeto del que tiene poco para defenderse. Y, sobre todo, le pone coraje a su periodismo.
-Y UNA GRAN LABORIOSIDAD-
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