Sí. Quiero mi intimidad, y de modo que os diré que me llamo Tatiana y que soy del país del mundo que deseéis imaginar. Soy atleta, y de ochocientos metros. Dicen que solo soy una promesa, pero no les hago demasiado caso a los periodistas. ¿Y si doy la sorpresa? ...
Estoy en Londres. Es bonito el poco Londres que puedo ver aquí metida y casi enjaulada en mi Villa Olímpica. Y que sepáis que en este Erasmus del atletismo global, hay chicos muy pero que muy guapos. Y algunos que me gustan muchísimo ...
Aunque se dice que no tengo aspiraciones de medalla y todo éso, yo os digo que me voy a dejar todas mis energías en cada prueba de clasificación, y que quien quiera ganarme va a tener que poner todo su motor en marcha y a toda potencia. A mí no me va a ganar cualquiera. Tengo ambición y rebeldía en mí, y la chica que desee rebasarme tendrá que currárselo y bien ...
Dentro del mundo del atletismo femenino, te das cuenta de que las chicas somos un plato de segundo orden. Yo, soy guapa y tal, pero el mundo a quien mira de verdad en cosa deportiva es al masculinismo. A los tíos, a los grandes mitos, a los héroes nacionales y tradicionales. Y yo, no pienso cambiar la visión general del mundo sobre mí y las demás chicas. Solo gusta nuestro desplante, nuestra heterodoxia y nuestro sexy. Incluso cuando ganamos, no se nos da el relieve deportivo de nuestros éxitos, y en seguida se nos miran los ojos y la cara, por no decir otras cosas. Si somos guapas, heterodoxas, y damos un poco la nota, entonces se nos abre el plató de la fama, y hasta podemos ser modelos y esas cosas de la imagen. Es lo que hay ...
Sí. Soy Tatiana, tengo veinticinco años, y no soy ni seré ningún mito. Soy una chica de hoy, femenina y libre, y me gusta vestir y ser como las demás chicas. Amo este deporte con locura, y tengo ganas y sed de triunfos y de competición, pero lo que a mí me gusta realmente es estar con mis amigos y con mis amigas y ser muy feliz. Esto del atletismo, prefiero tomármelo como una experiencia vital y como una inversión de futuro. No soy boba, sé que hay una crisis mundial del demonio, y que no me veo para servir copas en un tugurio de turistas o para acudir todos los días a la cola del paro a ver si hay algún trabajo, aunque sea el odioso de fregar escaleras. No me lo planteo. Soy muy joven, he estudiado, tengo algún título universitario que otro, dicen que soy bastante inteligente y avispada, pero siento decirme a mí misma que a este paso y salvo oro olímpico o algún rollo positivo de azar que pueda venirme, yo me veo de vuelta a casa de mis padres y sin dinero ...
Tatiana, que soy yo, no pienso mitificar nada. No quiero pensar demasiado, que no sea en las cosas inmediatas. En mis duros y animados entrenamientos, en la disciplina, y en los momentos de relax y desconectar. No creo en milagros ni en Disney, y se rumorea que soy demasiado madura para mi edad. No hagáis caso a nadie. Soy una chica libre, que sueño como todas, que me encanta la playa y el viajar, y que navego con frecuencia por internet. ¿Os niego acaso la obviedad de que soy de hoy? ...
-PUES TODO ESO DE MÍ-
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