Jaque mate a las vacaciones. Esto se ha acabado. Se está acabando. El jueves ya estamos a 1 de Septiembre, y ya vuelve la realidad cotidiana.
En las radios, se incorporan los primeros espadas. Vuelven las tertulias políticas y de actualidad, y ya no todo es deporte y frivolidad. Parecido a la tele.
Las maletas, son ahora las protagonistas. Y el polvo de las casas abandonadas. La gente llega de su viaje o de su segunda residencia, a su piso de la gran capital. Tiesos de dinero, y tremendamente morenos. Es importante socialmente, decir que te has ido de vacaciones a un lugar paradisíaco. Es básico si quieres triunfar.
Crisis. Puta crisis. Eterna crisis. Estas vacaciones han sido solo de hacer kilómetros y de admirar paisajes. Sí. De estar en la playita, pero de muy poco consumir. No tenemos un duro. Y lo que no puede ser, es imposible.
Primas sombras del precoz Septiembre. Ahora toca aguantar de nuevo a los vecinos. Costará al principio. Siempre cuesta. Y, los médicos, hablarán largo y humano acerca del estrés postvacacional. Es jodido que se acabe esto.
El volver al trabajo, o más bien a la cola del paro, es delicado. Y, un reto. Algunas familias se han roto en plena vacación. No se veían demasiado el resto del año, y como en este tiempo toca compartir los espacios, aparecen las trifulcas y las rupturas. Desgracia en las parejas. Inevitable.
Lo mejor que te puede pasar ahora, es no pensar demasiado. Y si te reconcome la angustia, los psicólogos saben que este es un buen tiempo para las consultas y para llenarse los bolsillos. Los cambios, siempre son un reto. Hasta para los que tienen el dinero y el poder. Como para no tener dificultades el ciudadanito de a pie ...
A distraerse entre tanto. A ver el estreno de Almodóvar, un concierto musical de Septiembre, o una nueva escapada campestre de finde. Ha de notarse lo justo que volvemos. Nuestra esperanza anual, consiste en una permanente vacación periódica. Quizás palabras huecas.
¡Coñe, aguantar otra vez al jefe! O, al compañero coñazo y plasta. Los niños aún esperarán unos días para volver al cole, y los jóvenes aguardan su revancha septembrina del botellón. Los políticos nos recortan en consenso los derechos bajo mano, y amenazan nuestro futuro siguiendo al dedo del mercado. Es lo que hay. Esperemos la próxima manifestación indignada del 15-M. Que, se van a enterar éstos.
Mira, María. Es mejor querernos mucho, no dramatizar, y darle al fornicio y al amor. Quedan todavía doce meses para el próximo Agosto y puede ser agotador, amor.
- ¿NO CREES? -
0 comentarios:
Publicar un comentario