Sí. Dormido. Muy dormido. Demasiadas horas dormido en la tarde tonta y dominical de su habitación. Dormido demasiados años, demasiado tiempo hueco y defensivo para llenar. Demasiado tiempo haciendo el bobo.
Demasiado tiempo dormido, y tirando su vida por la borda en su espacio de ocio y vacación. Dormido sin un mísero o puñetero ventilador. Dormido dentro de un sueño inventado, sucio, feo e infeliz. Autointroducido en la balsa de escape y velo de su no realidad. Pedro solo piensa en ayudarse en Morfeo para escapar de sí mismo. Sueño vano, y a la vez parece que eficaz. ¡Desgraciado! ...
Yo ya no sé el tiempo que lleva fuera de la realidad. Me duele saberlo, porque le tengo aprecio. Pero sabe bien el viento real, que esta vez no miento y que lo que canto de mi puño y letra, solo puede ser una canción de desgarro.
Extraño sueño. Muerte en vida. No existe el reloj de lo cotidiano, ni las ganas de socializarse y ser feliz, ni deseo de saber qué hora será, ni curiosidad por romper la rutina fatal, soltar una tremenda palmada, y hacer que corra finalmente el aire del ruído y de la sanidad.
Muévete, hombre dormido. No sigas ahí, haciéndote el fenecido dentro de tu sueño de risa. Sal ahí afuera, ponte una película, ve al cine, llama a esa amiga que te gusta, y piensa que el no ya lo tienes, bobalicón. Haz amig@s.
Reacciona y sal del marasmo dejado. Haz ver que no estás muerto, y que por tus venas sigue bullendo la pasión. Sorpréndenos, bosteza y salta. Lárgate de la cama a la vida, y del sofá a tu coche, y de tu coche a la realidad auténtica y valiente de tí mismo, Pedro.
Pero lo malo es que este niño grande, no lo sabe. Y no hace caso. Y no se viste para salir a la calle, y ha decidido estrangularse a sí mismo, infringiéndose el duro y patológico castigo de sentirse culpable de algo, y de no querer vivir. Fatal y contumaz error.
La tarde del ferragosto de calor llora preocupada por el dormido Pedro. ¿Qué será de su presente de indicativo sin reaccionar?, ¿qué de su futuro y de aquellos con los que estará?, ¿estará con alguien cuando se haga viejo?, ¿se refugiará en su casa de soltero y perdición?, ¿morirá solo como un perro de ciudad?, ¿se preguntará cosas?
Me temo que Pedro ya no se pregunta nada. Solo, duerme. Dormido, jodido, inconsciente, atribulado y sin esperanza. Miedo y sueño espantafantasmas que se inventa.
-TRISTE SUEÑO DE PEDRO-
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