miércoles, 10 de agosto de 2011

- "PLAZA DE ESPAÑA", SERIE DE TV -



En la televisión tediosa, raquítica y huidiza de todos los veranos, destaca desde hace unos lunes la serie de la televisión pública, titulada "Plaza de España".
Como substituyendo a la frescura del éxito de la novela de Raúl del Pozo "Los Misterios  de Laura", ahora destaco la serie anterior como un descubrimiento feliz y afortunado.
En "Plaza de España", hay mucho humor de calidad, surrealista y berlanguiano. Lo de menos es el marco de la guerra civil, o que los vecinos y residentes en "Peñaseca",-el pueblo en donde transcurre la serie-, hayan logrado la fortuna del Marqués de la localidad.
"Plaza de España" es ancestro y ternura; es instinto primario con mucha etnografía cañí. Plaza de España, es pueblo, son nuestras abuelas y nuestro pasado, el cura imposible, y la desaparición casi extraña de la hambruna franquista y postfranquista. Casi por arte de magia.
Un teniente con el ojo rarillo, un marido cavernícola que teme convertirse en un salvaje y que es más bruto que un arado, las mujeres del pueblo echadas hacia adelante con su lógica rural y hasta evidente, la abuela sabia que parece estar más allá del bien y el mal y a la que   nada sorprende ya a estas alturas, un cura que se sacrifica por el pueblo y que es capaz de lanzarse por Dios y lo paisanos desde un risco o desde el campanario de la Iglesia, y todo el ingenio de unos guiones creativos, ingeniosos y hasta refrescantes.
Los habitantes de "Peñaseca", se comen lo que haga falta. Incluída la puñetera y nefasta guerra fratricida, actuando con resignación y naturalidad, y la naturaleza auténtica les llena y les da vida. Sinceramente, me parto el culo de la risa viendo las escenas y las situaciones   hilarantes. Siempre están comiendo.
Sí. Esta serie tiene mucha cosa detrás. Más allá de estereotipos más o menos esperados, hay un ingenio especial. Lo importante es seguir y reírse de lo que haga falta, aunque sea en clave de seriedad rústica o de pueblo. Los personajes son humanos dentro de su exageración, y no hay nadie superior, aunque unos sean los ganadores y otros los perdedores.
Os recomiendo esta serie de humor surreal, que se apoya en actores españoles realmente excelentes, los cuales le sacan más brillo todavía al ingenio y a la idea original. "Plaza de España", somos los españoles. Ya me entendéis. De cuando teníamos muchos menos estudios, pero nosotros al fin y al cabo.
-BIEN RECOMENDABLE-

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