Protegido al otro lado de las aspas en marcha de un modesto ventilador, del calor extremo de este Agosto valenciano, he decidido hoy que llevaba quizás demasiado tiempo sin dirigirme a vosotras y a vosotros.
Sí. Soy yo. José Vicente, el director y hacedor de este cuaderno de bitácora que leéis con tanta fidelidad y satisfacción.
Y, es para mí una enorme satisfacción, os itero, que estéis ahí. Que sigáis ahí. Ya sabéis que en cada letra de este sitio, estoy yo. En cada matiz, en cada ocurrencia, en cada extravagancia y en cada ortodoxia. Estas letras son mucho, todo yo. Y sé que lo notáis y percibís.
A los paisanos españoles que me leen y a los habitantes de los Estados Unidos Mejicanos, se incorporan con pujanza mis lectores de Colombia. Sí. Colombia le pugna a mi amigo Méjico por el liderazgo de entradas desde el otro lado del Charco. Y muchos países. Como , Guatemala, o Venezuela, o Perú, o Nicaragua, o Argentina, o Chile, o mil lugares que me dejo. Gracias a tod@s. Las más efusivas.
Por otra parte, habréis notado que os he cambiado la encuesta/juego en vigor, y he puesto a disposición de vosotras y vosotros, una nueva. Ya podéis votar de nuevo.
Y, a propósito de encuestas, quiero centrarme en la recién finalizada. Os propuse una serie de palabras, para que jugaséis a elegir la que más os agradara.
Las tres palabras más votadas, han sido por este orden, Esperanza, Nobleza y Alegría. Y os confieso que me habéis dejado sorprendido, porque dichas tres palabras son la única pretensión de este mi blog o cuaderno de bitácora.
Sencillamente, gratificante. Hermosa esperanza que es el motor que tenemos para seguir, y seguir vivos. Nobleza. Nobleza de corazón en el propósito. Nada de gente retorcida ni de malas artes. Y, finalmente, alegría. Sí. Toda la alegría. El sentirse bien, el sentirse satisfecho, el apostar por la risa y el buen humor. La inteligencia de captar y de tener el humor. Todo un tesoro.
Estos indicativos, me hacen ver que voy en la buena dirección. Que, conecto, con gente que tiene esas premisas básicas. Que desean tener esperanza, y desde la nobleza de corazón, quieren apostar por la alegría y la apertura inteligente.
Sí, amigas y amigos. Iteraros las gracias por seguir ahí, y esmerarme en continuar por este camino elegido, que me lleva al acierto de vuestra satisfacción. José Vicente, que os escribe, os da a todas y a todos mil besos y abrazos.
-SOBRE TODO, NATURALES-
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