INGA: ¿José Alberto?...
JOSÉ ALBERTO: Ya estaba durmiendo. Es muy tarde, Inga...
INGA: ¿Sabes que he pillado a Vanessa en plena faena y haciendo sexo con un hombre negro en mi despacho, José Alberto?...
J.ALBERTO: Je,je,je. ¿Y para éso me llamas? Ji,ji,ji...
INGA: No le veo la gracia, José Alberto...
J.ALBERTO: ¿Te refieres a la chica joven ésa,Inga?...
INGA: No voy a referirme a Vanessa Redgrave,¡leñe!...
J.ALBERTO: Vaya,Vanessa... Estas cosas del sexo no tienen enmienda, Inga. Je,je,je...
INGA: ¿Te la tiraste tú también aquel día de la parrillada en el chalet de tus amigos de Valencia , José Alberto?...
J.ALBERTO: ¿Yo?... Ja,ja,ja. ¡Qué cosas se te ocurren!...
INGA: Esa niña es una guarra. Adiós.
J.ALBERTO: ¿Ya estás en la cama,Inga? ,¿hmm?...
INGA: ¡Adiós, salido!
Inga acaba durmiéndose finalmente, y con una sonrisa enigmática en los labios. Solo quería ponerle en antecedentes a José Alberto, y decirle que si le pillaba con Vanessa,se acabó. Y quizás ande ella un poco celosa. Estas niñas de hoy en día, son terribles. Y sobre todo, si tienen el cuerpo de la petarda de Vanessa. Por cierto,¿y Pierre?,¿no afirmaba el negro caribeño y cubano, que era su admirador número uno, e insistió en que le firmara un autógrafo? ¡Hombresss!...
Y, menudo ejemplar, je,je, piensa Inga, antes de que el sueño acaba venciéndola. Dulcísimos sueños...
Cuando Inga, al día siguiente sale del trabajo en la Agencia de modelos, se topa de frente precisamente con Pierre.
El moreno hace un inicial gesto de no haberla visto, pero Inga sabe cómo debe ponerse una mujer para que un hombre deje de fingir y sea hombre de verdad. Casi tropiezan. Pierre, lleva gafas negras. Pero Inga, no...
PIERRE: ¡Señorita Inga! No la había visto,¿sabe? Y como estoy sumamente avergonzado, quería lo primero pedirle todas las disculpas por lo sucedido y...
INGA: Aceptadas las disculpas,Pierre. ¿Qué sucedió?...
PIERRE: ¿Mande, señorita Inga?...
INGA: ¿Cómo os dió por hacerlo en mi despacho,Pierre?... Ah, y no me hables de usted,¿vale?...
PIERRE: Sí, Inga. Sucedió que hubo un mutuo calentón, y cuando Vanessa y yo reparamos, ya estábamos en la fuerte realidad del sexo,Inga...
INGA: ¿De qué la conoces, Pierre?
PIERRE: Eso es lo curioso, Inga. Que no nos conocíamos. Pero nuestros cuerpos se deslumbraron y ya vió usted todo lo demás. Digo tú, perdón...
INGA: ¿Te sedujo para conseguirte, Pierre? Dime la verdad...
PIERRE: Yo soy un caballero,Inga. Ya me comprendes...
INGA: No solo te comprendo sino que te perdono, Pierre...
PIERRE: Gracias,Inga. Ahora me siento mejor. Y que sepas que sigo pensando en que eres la mejor modelo,¿ok?...
INGA: Deja eso, Pierre. ¡Ciao!
PIERRE: Adiós,Inga. Que tengas buen día.
Por lo menos, es educado el moreno Pierre, piensa convencida y satisfecha Inga. Los hombres siguen siendo unos tontos que caen ante las primeras tetas erguidas que ven, o ante unas piernas largas de chica joven. Siempre están pensando en lo mismo. Pero lo que está sucediendo en estos mismos momentos, es en lo único que pensaría la ahora confiada Inga.
Porque José Alberto no está solo en su despacho. Y además, la jornada laboral hace mucho que concluyó. No hay nadie en la Agencia de Noticias donde labora el hombre, si exceptuamos al personal de seguridad de la puerta, y a una mujer: ¡¡Vanessa!!...
JOSÉ ALBERTO: ¿Y cómo te ha dado por presentarte aquí,Vanessa?...
VANESSA: A veces no pienso las cosas,¿sabes? Aún soy muy joven, y reconozco que tengo cosas impulsivas,¿me perdonas,Jose?...
J.ALBERTO: Nada que perdonar,chiquita. ¿Y esa belleza te viene de familia,Vanessa?
VANESSA: No exageres, Jose. Mis padres son muy normales, y yo me considero una chica alta y éso, pero sin grandes exageraciones...
J.ALBERTO: Y veo que te encanta la lencería,¿eh,coqueta?...
VANESSA: Je,je,je. ¿Lo dices por estas medias? ¡Claro! Soy mujer. La verdad es que me gusta lucir las piernas. Lo confieso, je,je,je...
J.ALBERTO: No se lo digas a nadie, chiquita. Pero, estás buenísima...
VANESSA: Je,je,je. Pero tú ya tienes a Inga,¿no?...
J.ALBERTO: Sí. Claro...
VANESSA: ¿Sabes, Jose? Eres un hombre un poco mayor para mí. ¡Pero muy atractivo! ¿Tienes algo para beber aquí, Jose?...
J.ALBERTO: ¡Ejem! ¿De beber, Vanessa?...
VANESSA: Déjalo. Oye,¿hace calor,verdad?
J.ALBERTO: Muchísimo, Vanessa...
VANESSA: ¿Me dejas ponerme más cómoda, Jose?...
J.ALBERTO: Es que ya debo ir saliendo...¿No te importa que nos juntemos en otro momento, cielo?...
VANESSA: ¡Cuando tú quieras, bombón! Je,je...
J.ALBERTO: Muy pronto, guapísima Vanessa...
- Fin del Capítulo 9. -
0 comentarios:
Publicar un comentario