jueves, 24 de noviembre de 2011

- GOLES EN SAN SIRO: 2-3 PARA EL BARÇA -



Como un anticipado regalo navideño para románticos y nostálgicos del fútbol de ataque. Eso fue ayer el partido de la Champions League, que enfrentó al AC. Milan y al FC Barcelona en el emblemático campo de San Siro. O Giuseppe Meazza. Otra catedral continental futbolística.
El Milán y el Barça, tiraron buena parte del miedo a la basura, y se pasaron todo el tiempo atacándose y creándose peligro mutuamente. Como juegan los valientes. Y, además, jugarle al Barcelona de este modo, le da más categoría a los italos.
Sí. Fútbol ofensivo. Sin remilgos ni concesiones. Con defensas inactivadas, y sorprendidas por el descaro inaudito de las actitudes y de todos los delanteros, a pesar de que Villa no tuvo el día. ¡Avanti!
En el choque directo de mandíbulas, tener delante a Leo Messi es como tener ante sí en el Garden, al mítico Tyson. ¡Enhorabuena! Los aficionados no tuvimos tiempo de   mirar   el reloj. Todo era emoción. El partido transcurría y volaba con intensidad y encanto. Y cuando nos dábamos cuenta, ya era la hora del final. ¡Porca miseria!
¡Quiero más fútbol así! Me gusta el fútbol audaz. La virguería, y la apuesta por el ingenio entre las botas. Por eso perdono siempre a Ibraimovich. Porque, de repente, se inventa una herejía genial y te deja alucinado. Leo Messi disfrutó del fútbol que le gusta, y que es el que en el fondo nos gusta a todos. Sí. Calidad y goles. ¡Tiren las partituras!
Fue un partido muy igualado a ataques, en el que los delanteros superaron bastante a las zagas. Los dos grandes equipos, se pusieron a jugar al fútbol de siempre, el de rancio y añejo sabor. El fútbol libre y de goles. Espectáculo para el aficionado ávido de fútbol llamativo  y sonriente.
Boateng es un atleta negro y fantástico, el cual es capaz de inventarse delante de Abidal un autopase de tacón y marcar un gol de estampa. Xavi Hernández se iba de todos, y marcó un excelente gol tras un pase mágico de Messi. Hubo hasta penalty repetido por paradinha excesiva. Sí. Ayer fue todo de color. El Barcelona ganó 2-3 porque es un máquina histórica, pero todo mi aplauso reconocido también para el Milán, que me hizo evocar los tiempos de Van Baasten o de Donadoni, y a las órdenes de Baresi o Gullit. Aquel fútbol inglés, directo y sin miramientos. Fútbol de cromos y de fotógrafos de lujo.
Si yo fuera niño, hoy solo tendría ganas de que acabara el cole, para bajar a la calle o al solar más próximo para jugar al fútbol. Sí. Para intentar repetir lo que hizo Boateng, o para driblar en masa como Leo o Xavi, o para fardar de que también puedo tener la alta soberbia mágica de Ibra.
Sí. Tendría hoy que llegar a casa todo sudado, y con marrón de barro en los pantalones. Y mi madre me tiraría la bronca, y me diría que lavar tanto es un exceso. Pero yo,   sonreiría felizmente cansado, y solo le diría que vengo de jugar al deporte que más me gusta y que es el fútbol.
¡GRACIAS A LAS DOS ESCUADRAS Y BRAVO!

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