Ejemplar estudiante y humilde obrero, el gran Vitaly Masolenko logró sacarse la carrera de Ciencias Químicas. Sí. Es químico. Y culto. Pero, éso, lo saben pocas personas en su Moscú natal. Porque el gran Vitaly, logró triunfar en su amada aventura del gran circo ruso internacional.
Con su metro noventa y su poderío y belleza masculina, se lanzó a su deseo, el cual no era otra cosa que triunfar en el apasionante mundo del circo. Y, lo logró. Fue el mejor.
Trapecista, levantador de peso, domador de fieras, equilibrista, jinete y hasta bailarín.Músico con carisma y con luz de éxito. Su país y el mundo en general, pudo gozar con el dinamismo y la audacia del gran Vitaly Masolenko. ¡Eureka!
Hasta que un pérfido día llegó la crisis a su circo, y Vitaly se puso demasiado serio. El circo, cerró. Y ya se sentía mayor y sin oportunidades para lograr una plaza docente como químico, y decidió aparentemente, dejase ir. Se cayó de su Olimpo personal, se derrumbó en vicisitud, y acabó durmiendo en el metro de Moscú. Vaya tragedia para Masolenko. Terrible.
Y un día, reapareció casi sin saberlo. Dejó atrás a su familia e hijos, y se vino al Mediterráneo. Que, si camarero en Atenas, agente de seguros en París, correveidile en un almacén de segunda en Milán, y finalmente, España.
Vitaly está muy triste. Un día le llegó la misiva de su mujer diciéndole que dejaba de serlo, dado que era un borracho irremediable, y que se quedaba con la custodia de sus tres hijos. Injusto.
Vitaly Masolenko ha logrado desde España, tener de nuevo comunicación con sus tres vástagos. Los tres, varones. Quieren hacer las paces. Y de hecho, este mismo verano les ha prometido que viajará a su Moscú para darles tres besos a cada uno. Lo que pasa es que Masolenko no se termina de creer que sigue siendo muy grande. Y por éso, que anda bunkerizado y serio. Taciturno. No debería ...
Sigue siendo, de otra manera, el gran Vitaly. Cerca de Denia, en Alicante, cuida interno a una anciana con alzheimer. Se llama María Fonach y es de Alicante, aunque resida en la citada y turística Denia internacional y playera. Costa Blanca.
Sí. El gran Vitaly Masolenko despierta todos los días a la ida María, la ducha, la lleva por la casa, le cambia los pañales orinados y de lo otro, la peina, la saca a pasear por las rutas del solazo eterno, y le hace incluso las comidas, y le advierte y está pendiente de que no le falte a la vieja su diaria medicación.
Ahora más que nunca, el moscovita Vitaly, es grande. ¡Mucho! Su corazón de oro y su magia, siguen en todo lo alto. Habla un español perfecto, y tiene muchas amigas en Denia. Algunas, bien guapas. Las mujeres, le adoran. Es un hombre bueno, un atleta atractivo, y un seductor cuando deja de estar serio. Y en su cabeza solo tiene una prioridad: sus tres hijos. Pronto les verá.
-ME ALEGRO POR VITALY-
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