Desaliñado, poseído, sucio y muerto. Danza de maldad. Susto y malas intenciones. Resucitados endemoniados. Derrotados de cara, aburridos, e incapaces de hacer el bien. ¿Qué es hacer el bien?
Cementerio de seres de otro mundo tenebroso, ojos de terror proyectado, vampiros de personas, seres sin piedad ni sosiego. Toda la maldad. Imaginación de miedosos, perdidos en la noche del monte del bosque sin sol. Selva aterrada sin civilización.
Siempre, noche. Ausencia de luz, malas intenciones, sin higiene ni sentido, gore y sangre. Seres extraños e inopinados, que se emparentan con nuestros fantasmas de la inseguridad.
Muertos vivientes. Condenados desde la muerte a vivir. Seres errados e inútiles, basura de pesadilla en medio de un sudor doloroso que brota aparentemente imposible.
Zombies de muerte que no ven el bien ni la vida. Carroña de nuestros adentros, caníbales de sangre ajena y confiada, rayos y truenos muertos con pantalones raídos. Procesión del mal, ovnis de aquí, tigres en los árboles, monstruos de lo peor de nosotros, junglas de fuego huero y árido, e imperio de los agentes de lo inane.
Terror ciego, oscuridad, brujas llenas de vudú de desamor, violencia de escarnio y sed de linchamiento. Ley muerta que aparece y se ejecuta. Nada de risas o de caras agradables. Puro infierno sobre la superficie de la Tierra, es el final de todo lo conocido. El más que probable y apocalíptico imperio del mundo y de todas las cosas.
Todos los seres muertos salen de sus tumbas con aviesas intenciones. Gana el mal. La destrucción tiene todas las papeletas en el bolsillo, y el hombre del tiempo nos grita que viene el invierno del frío y de la tempestad.
Impuro, impurificado, infectado de veneno distorsionador, especulador de sangre inocente, mataniños de todas las edades y sin edad. Maldito zombie, lugar inexplorado, miedo sobre el miedo, terremoto de escalofrío de temblor. Inanimada escala Richter. Lava verde.
Crisis, incertidumbre, barbitúrico excesivo y desordenado, pobre Michael Jackson que casi no pudo vivir, risa idiota del Pérfido Demonio que casi todo lo puede, sensación de indefensión, impotencia, injusticia, venas hinchadas en la ira de la derrota, y todo el fuego devastador del mundo. Del mundo desconocido de las entrañas de la Tierra. ¡El final! ...
Zombie extraño, no me mires. No te me acerques, déjame, olvídame, necesito descansar sin tu maldito recuerdo, soñar que mis miedos no los puedes provocar tú. Y frente a tí, ser de muerte, yo te lanzo vida, creatividad y hasta besos que te saben a púas imparables y de amor que no te gusta.
- ¡DEJA DE DANZAR, ZOMBIE! -
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